IX Triatlón de Elche - Arenales 113 - La crónica
Este pasado fin de semana he participado por cuarto año consecutivo (los 4 que llevo metido en este mundillo del triatlón) en el Triatlón de Elche - Arenales 113, que ha celebrado su novena edición. Fue el triatlón de mi debut en 2010, y viéndolo con perspectiva considero una locura haber debutado en triatlón directamente con un media distancia, pero ¡¡ bendita locura !!.
Este año, viendo la lista de inscritos, se anticipaba una carrera con muchísimo nivel donde se iban a hacer auténticos tiempazos, y no ha defraudado. Por mi parte, estas últimas semanas han estado marcadas por la duda sobre si podría nadar o no por culpa de la caída que me dejó tocado el hombro. Tras tres semanas sin haber nadado, y después de pasar un par de veces por el fisio me decidí a probar el lunes previo a la carrera. La verdad es que fue algo peor de lo que esperaba, ya que como era de esperar tuve molestias, pero fueron mayores de lo que me imaginaba.
El martes volví a probar. Aunque el lunes calenté bien haciendo gomas, el martes lo hice más aún si cabe. Desde el principio noté muchísima mejoría y lo que el lunes era una molestia grande y que iba a más según pasaban los minutos, el martes pasó a ser una molestia leve, que no iba a más con el paso del tiempo. El miércoles descansé de nadar y el jueves la prueba definitiva, a nadar con el neopreno, que suele cargar los hombros más de lo habitual. Un total de 1500 metros de neopreno con mejores sensaciones que el martes, así que listo para participar en Elche, sabiendo que no podría nadar fuerte y con precauciones para no recibir ningún golpe, pero al menos podría hacer algo "decente".
Las previsiones para el domingo eran de bastante aire y calor. Afortunadamente, aunque se cumplieron, el aire no fue tan fuerte como se anticipaba ni el calor apretó tanto como decía el pronóstico. Pero bueno, empecemos por el principio, la natación.
Llego a boxes con todas las cosas preparadas: los botes de ND3, las barritas y sándwich de nocilla, todo en trocitos pequeños para llevar en la bolsita de la bici, ruedas hinchadas a 10.5 bares, plato pequeño metido para subir el cuestón que hay nada más empezar, zapatillas de correr con sus calcetines, la visera y los geles para la carrera a pie, ... Todo controlado, o al menos eso parece. Me pongo a sacar el neopreno, gafas y gorro. ¿Gorro?, ¿dónde está el gorro?. Busco y busco por todos lados pero nada, no tengo el gorro de color verde que corresponde a mi grupo de edad. Hago memoria y no recuerdo haber metido el gorro en la mochila. Tanto ajetreo y tantas cosas que preparar y se me olvida el dichoso gorro en la habitación del hotel.
Trato de no ponerme muy nervioso. Tengo tiempo y busco a algún oficial o miembro de la organización para preguntar si tienen algún gorro de mi color. Nada, no hay suerte. No te dicen claramente que corras con otro gorro. Llevaba uno mío de color rojo. Así que tiro por la calle de en medio y me pongo mi gorro rojo y encima uno de color amarillo fosforito que me ha dejado un compañero del club. Aunque no es verde, tampoco se nota tanto la diferencia ¿no? :). Nadie me dice nada al entrar en cámara de llamadas así que asunto solucionado.
A pesar de que la primera impresión al tocar el agua es que estaba bastante fría, no me quedaba más remedio que calentar lo mejor posible. El hombro lo requería para tratar de minimizar las molestias así que me pongo a ello. La verdad es que fue solo la primera impresión y no me pareció que el agua estuviese tan fría como decía mucha gente. Estuve unos 10 minutos calentando y noté el hombro bastante bien, lo que me dio bastante confianza.
Me coloqué en el lado izquierdo de la línea de salida con la intención de nadar lo más abierto posible de cara al giro de la primera boya, que era a derechas. No quería tener problemas de golpes en el hombro, principalmente en esa primera boya donde llegaríamos todos demasiado juntos. Así que tras el bocinazo de salida empieza la batalla. Costaba un poco al principio ver con el sol de frente, pero bueno la primera boya estaba bastante cerca. Intento nadar sin forzar mucho el hombro y en cuanto noto el más mínimo roce por mi derecha me separo un poco. En la primera boya hay algún que otro golpe sin importancia y encaramos el camino a la segunda boya. Voy con la sensación de ir corrigiendo la trayectoria constantemente, pero bueno luego vi que realmente mi recorrido fue bastante recto (llevé el Garmin en la cabeza, nada de experimentos en la muñeca como en el Ironman).
Se me hizo un poco largo llegar a esa segunda boya, pero más aún el camino de la segunda a la tercera y la cuarta. Yo creo que en esa segunda parte de la natación tuvimos algo de corriente en contra, o quizá es que ya se me estaba haciendo un poco largo, pero bueno el caso es que poco a poco se fue haciendo camino. Nadé relativamente cómodo, sin forzar demasiado sobre todo en el agarre con el brazo derecho. Eso si, esta última parte ya sin molestias del resto de la gente nadando cerca tuyo. Salgo del agua y ni miro el reloj, no tenía la sensación de haberlo hecho muy mal, pero sin duda tampoco muy bien. Objetivo conseguido, he salido del agua sin aparentes consecuencias para el hombro y ahora viene lo bueno, a darle duro a la bici y a correr como un loco.
Eso si, ya en la recta de boxes veo a mi compañero de club Alberto que había salido justo detrás mío del agua. Aunque no está ahora muy bien de forma, tiene más nivel que yo nadando y el hecho de ver que hice el mismo tiempo que él nadando (fuese el que fuese) me hizo animarme aún más. Mientras corría hacia los boxes, al sacarme la manga izquierda del neopreno salió volando la pulsera identificativa de SafesportId que llevo. Alberto me avisó pero no lo pensé ni un instante y no me paré a buscarla.
Transición larguísima, interminable. Mi bici estaba muy cerca de la entrada, así que me tocaba correr con ella al lado muchísimos metros hasta llegar a la salida de la misma y poder montar. De hecho iba pidiendo paso a gente que corría con la bici más lento que yo y adelanté a dos o tres personas.
Este año habían adelantado un poco la línea de montaje tras salir de boxes con lo que había algo más de sitio para montarse en la bici y poder meter bien los pies en las zapatillas antes de empezar a subir el rampón con el que se comienza a pedalear. Buen detalle de la organización. Tras unos primeros metros callejeando por Los Arenales para salir de allí llegamos a la carretera que va al lado del aeropuerto, camino de la carretera nacional en la que empieza el circuito de dos vueltas. Buenas sensaciones en esos kilómetros iniciales. Se va muy rápido, pero veo que voy adelantando gente constantemente con relativa facilidad y que llevo una buena velocidad.
Es la primera carrera de media/larga distancia que hago con el medidor de potencia en la bici, y siguiendo las recomendaciones del "míster" configuré las pantallas para no ver la potencia. La idea era ver la potencia que saco corriendo como siempre para tener una referencia sobre la que trabajar para futuros triatlones. Así que corría como siempre en la bici, por sensaciones y como mucho echando algún vistazo de vez en cuando al pulso. Pero el pulso no funcionaba... Ya me ha pasado muchas veces que nada más salir del agua el Garmin no lee el pulso, pero tras unos pocos kilómetros aparece en pantalla y funciona correctamente. Esta vez no fue así y fui toda la bici sin ver pulso ni potencia.
En el circuito de dos vueltas se iba rapidísimo. Había una zona en la que se notaba un poco más de la cuenta que pegaba el aire en contra, pero no era demasiado fuerte ni un tramo muy largo. Vamos que se podía ir a más de 30 km/h con relativa facilidad. En otras zonas donde pegaba un pelín a favor se rodaban varios kilómetros por encima de 40km/h casi sin enterarte, una auténtica gozada. Al terminar la primera vuelta vi que llevaba una media de 36.1km/h, bastante alta y con la sensación de que la segunda vuelta podría mantener ese ritmo si no me despistaba. Y así fue, al terminar la segunda vuelta y comenzar los kilómetros finales hacia Los Arenales la media era de 36.3km/h.
Por cierto, comentar que el circuito al que había que dar dos vueltas era 4km más corto que el del año pasado, ya que en uno de los extremos se hacía el giro una rotonda antes. No asistí a la reunión técnica este año, pero creo que la razón de ese cambio fue por algún problema con la Guardia Civil. Así que la bici finalmente tuvo 82km en lugar de los 89 del año pasado. En cuanto a lo que comí y bebí durante la bici, pues el plan era hacer lo mismo que otros años, aunque la realidad luego se separó un poco. Sólo me bebí el bote de ND3 que llevo entre los acoples, es decir, algo menos de un litro. El que llevo en el cuadro ni lo toqué. Y en cuanto a la comida, me comí tres de los cuatro trozos en los que había dividido el sándwich de nocilla que preparé, y 2/3 de la barrita de Powerbar de plátano que llevaba (tenía una de reserva preparada, pero esa ni la toqué).
Y otro tema, respecto al material que utilice en la bici, hasta el sábado por la noche no decidí si llevar el casco aero sin visera, con visera clara o con visera oscura. Hasta ahora, de las dos ocasiones que lo he utilizado en competición una fue con la visera clara (Half Challenge Barcelona 2012) y otra sin visera (Ironman Frankfurt). En esta ocasión, la previsión del tiempo era muy buena, con sol y sin nubes durante las horas que estaríamos en bici, así que decidí poner la visera oscura. Y la verdad es que todo fue perfectamente, ningún problema de visión en todo el recorrido.
En los kilómetros finales hasta llegar a Los Arenales también se fue muy rápido, no como el año pasado que con el cambio de dirección del aire fueron un suplicio. La velocidad media bajó un poco, también en parte por la subida que hay una vez has entrado en Los Arenales, pero vamos, que terminé con 35.9km/h el segmento de bici. La llegada a boxes también era un poco diferente al año pasado. En lugar de bajar completamente recto hasta la recta de boxes, en mitad de la bajada se hacía un giro a izquierdas para bajar por la calle siguiente. De este modo se iba algo más despacio y había más sitio en la recta de boxes para descalzarse con seguridad. Me pareció una buena medida pensando en la seguridad de los triatletas.
La segunda transición fue bastante bien. Me senté en el suelo para ponerme los calcetines con cuidado de no dejar pliegues y así evitar ampollas, zapatillas, visera, gafas, geles y a correr. Espera, que se me olvida coger el Garmin de la bici... Nada, pierdo un par de segundos en cogerlo. Salgo a correr con las piernas tocaditas, sensaciones no muy buenas, pero imagino que normales, ya no me acordaba del año pasado en estos triatlones largos. En seguida llega el primer tramo de escaleras, pero antes empiezo a cruzarme con otros Diablillos que han salido 10 o 20 minutos antes que yo, y empiezo a tomar referencia para ver como va la cosa.
El primer tramo de escaleras lo subo con relativa alegría, el rampón que hay después cuesta como siempre, pero en seguida llega la bajada y empiezo a coger ritmo. En esa bajada veo que sigo sin recibir el pulso en el Garmin, y atino a dar a los botones para decir que busque de nuevo la señal. Afortunadamente funciona a la primera y ya puedo ver como voy. Tampoco es que lo vaya mirando constantemente, pero en una carrera tan larga, si vas muy fuerte al principio, sin duda lo vas a pagar al final. Así que de vez en cuando hecho un vistazo durante esta primera vuelta y veo que me estoy manteniendo con un cierto margen por debajo de la zona del umbral anaeróbico, perfecto. Ya habrá tiempo de apretar más si el cuerpo lo permite en la segunda vuelta.
La zona de arena de playa se me hace muy pesada, pero bueno me imagino que como a todo el mundo, y además en la pasarela que te conduce de nuevo al paseo marítimo hay otra zona muy pequeña de arena, que da la impresión como que está hecha a posta. A pesar de que son sólo 3 o 4 zancadas, al ser en subida hacen bastante daño. El caso es que ya estamos en el paseo marítimo de nuevo y toca volver a subir el ritmo. Vuelvo a cruzarme con algunos Diablillos y de nuevo tomo alguna referencia. Parece que me estoy acercando un poco al que tenía más cerca.
Comienza la segunda vuelta de carrera a pie y mi intención es apretar ya a tope intentando mantener un ritmo más alto que el de la primera vuelta. Pero antes toca pasar de nuevo por el trago de las escaleras. Todos los años me pasa lo mismo, subo los 3 o 4 primeros escalones corriendo, empiezan a doler los cuádriceps una barbaridad y ya subo el resto de escalones andando. Pienso que no merece la pena y que realmente no vas a ganar nada de tiempo por ir corriendo. Una vez pasadas las escaleras y el rampón que viene después ya si que aumento el ritmo. El pulso ya ha subido de nuevo y se mantendrá en zona de umbral anaeróbico (sin pasarlo) hasta el final. No lo fui controlando, pero es lo que he visto en el ordenador una vez terminada la carrera.
Al volver a pasar por el paseo marítimo tomo una nueva referencia y veo que me he acercado un poco más al que tenía más cerca. Algunos ánimos de compañeros del club y otros conocidos que había por allí y a tope hacia la zona de la playa. La verdad es que a partir de ahí noto que voy realmente rápido. Sigo adelantando bastante gente, aunque resulta complicado saber si son de mi grupo de edad o no. El color con el que están impresos los números del dorsal es distinto para cada grupo de edad, pero al llevarlo colocado por delante todo el mundo, hasta que no has adelantado a alguien y le echas un vistazo no sabes si es de tu grupo o no. Y no siempre se ve, ya que a veces el dorsal lo llevan doblado, arrugado o lo que sea. Alrededor del kilómetro 15 doy alcance a mi compañero del club. Unas palabras de ánimo y a seguir con el ritmo tan bueno que llevaba hasta ese momento. Las piernas picaban ya bastante, pero no quedaba prácticamente nada y estaba totalmente convencido de que podría aguantar ese ritmo hasta el final.
La zona de arena de la segunda vuelta la hago con mejor mentalidad que la primera. Adelanto a 4 o 5 personas en ese tramo y la cercanía de la meta hace que ya la incomodidad de correr por arena se vea de otra manera. Vuelta al paseo marítimo, queda alrededor de un kilómetro. Ya a tope, aumentando el ritmo lo que me dejaban las piernas. Sigo adelantando gente y a falta de unos 100 metros ya empiezo a mirar para atrás y veo que no llevo a nadie que me vaya a achuchar esprintando en meta. Estoy a punto de adelantar a otro participante, pero cuanto le tenía ya a unos 10 metros veo que desde el público sale un niño pequeño corriendo, le da la mano y se pone a correr con él para entrar en meta. Instintivamente, al saber que por detrás no me iban a adelantar, me freno y dejo que entre primero en meta acompañado de su niño, para que salga bien en la foto. Luego vi en la clasificación que era de mi grupo de edad y que perdí un puesto por un segundo :). No voy a ningún lado entre quedar el 14 de mi grupo o el 13 si le hubiera adelantado, pero si lo hubiera sabido o me estuviera jugando un puesto más alto no creo que hubiese hecho lo mismo. Pero vamos, que no me arrepiento de lo que hice en ese momento ni mucho menos.
El clásico abrazo con Ximo al llegar a meta, la medalla hecha a mano como siempre por los voluntarios y el encuentro con los amigos para comentar la carrera, avituallarse, acercarse a la playa a meter un poco las piernas en el agua, … Al llegar a meta también nos dieron un regalito como “Finishers”, que consistió en una visera de las que usamos habitualmente para correr. Muy bonita, la verdad y sobre todo, un regalo original, que ya tenemos muchos el armario lleno de camisetas que nos dan en las competiciones. Este año el masaje estuvo un poco escasito así que no me lo di como otros años. En general terminamos todos muy contentos con nuestra carrera y poco a poco según iban publicando los resultados nos acercábamos a mirar a ver los tiempos de cada uno. La paellita como siempre muy buena y a mi al menos me supo a gloria.
Y ahora, hablando ya un poco de números, esto fue lo que grabó el Garmin:
- Natación: 1.88km en 33:53 a 1:48min/100m
- T1: 3:22
- Ciclismo: 81.58km en 2:16:18 a 35.9km/h de media, con 211 vatios medios, 223 vatios normalizados (Z3.6) y 87rpm medias
- T2: 2:24
- Carrera a pie: 19.58km en 1:21:29 a 4:10min/km de media, con 159ppm medias (Z3.8) y 166ppm máximas
- Total: 4:17:26
Y los tiempos oficiales de la organización:
- Natación: 1.9km en 34:07 a 1:48min/100m
- T1: 3:06
- Ciclismo: 82.2km en 2:16:25 a 36.2km/h de media
- T2: 2:18
- Carrera a pie: 19.4km en 1:21:28 a 4:12min/km de media
- Total: 4:17:24
Acabé en el puesto 90 de la general absoluta y en el 14 de mi grupo de edad. Los tiempos no son comparables a los del año pasado por el cambio en el circuito de bici y también el pequeño cambio de la carrera a pie. Si puedo sacar como conclusión que nadé peor que el año pasado (lógico), y tanto la bici como la carrera a pie las hice más rápido. Pero me quedo con las sensaciones de haber hecho una bici en mi opinión bastante buena y haber luego corrido también muy rápido. Aunque ya lo tengo más que comprobado, me reafirmo en que lo mío en esto de los triatlones es correr después de haber montado en bici, sin duda.
En cuanto al ranking de Diablillos, quedé el tercero del club. La verdad es que este año no me lo esperaba. Imaginaba que andaría cerca, pero veía a gente muy fuerte entrenando y no tenía nada claro que pudiese recuperar todo lo que me iban a sacar nadando (que luego no fue para tanto). Además, quedé más cerca de lo que me imaginaba de los dos que me ganaron. Vamos, que me salió una carrera muy buena. La lástima es este año el nivel fue altísimo, mucho mayor que el año pasado y por equipos sólo pudimos quedar en el puesto 11. Eso si, nuestras chicas lo hicieron muy bien y quedaron en segunda posición. Por cierto, por primera vez en mis cuatro participaciones aquí me quedé a ver la entrega de trofeos.
Y poco más que contar. Me ha salido al final una crónica larguísima, pero la ocasión lo merecía y había muchas cosas que explicar. El año que viene será la décima edición de este triatlón, así que seguro que será más especial si cabe y habrá que volver sin falta.
Antes de terminar, un vídeo resumen de la prueba preparado por la gente de TriatlonChannel:
Siguiente parada: 11 de mayo. Medio Ironman en Canet de Berenguer.
1 comentarios:
Enhorabuena alejandro, sobre todo por no tener molestias en el hombro, lo que dice que te vas recuperando bien y por la carrera, muy buenos tiempos. A seguir en esa linea.
Un saludo crack
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