sábado, 31 de mayo de 2014

Copa del Rey de Triatlón 2014 - La crónica

​​​​El día 10 de mayo participé en la Copa del Rey de Triatlón celebrada en Canet de Berenguer, Valencia. Hacía mucho tiempo que no hacía una competición por equipos, y al no haber podido competir en Elche, surgió esta oportunidad y decidí apuntarme aún sabiendo de que nadando no iba a llegar precisamente en un buen momento.

Eso si, la intención era que las “interferencias” con el plan de entreno para el Ironman fueran las menos posibles, así que nada de semana previa de recuperación ni nada parecido. Entreno de bici el viernes y tirada larga de bici el sábado, además de un rodaje suave a pie después de acabar el triatlón.



La intención era reunir de nuevo al equipo “L Power”, al menos cuatro, pero no pudo ser así que finalmente hicimos un equipo de 6 personas compuesto por Jose, Isaac, Ezequiel, Emilio, Rafa Calles y yo. Por la mañana estuvimos viendo el circuito de bici, o al menos lo que pensábamos que era el circuito en base a varias marcas pintadas en el suelo pero que ya estaban muy desgastadas. Por la tarde nos dimos cuenta de que sólo la parte inicial era realmente circuito, y el resto “nos lo inventamos”, literalmente :). Tan sólo identificamos un par de sitios delicados en las rotondas de inicio del circuito, con el asfalto muy desgastado y brillante en los que no merecía la pena arriesgarse a una caída.

Durante el día anterior y la mañana de la prueba estuvimos planificando la estrategia. Queríamos llegar los 6 juntos a meta, así que nos esperaríamos lo que hiciera falta en cada segmento y nos ayudaríamos cuando alguno flojease. La natación era lo que me tenía más preocupado ya que mi hombro aún no está para muchas alegrías por la caída en Semana Santa, la falta de ritmo y los entrenamientos perdidos. Así que la idea que planteamos para la natación era que Ezequiel y Emilio fuesen tirando en paralelo, con Jose y yo justo detrás de ellos y con Isaac y Rafa a cola para ayudarnos ante cualquier problema que pudiera surgir.



Y los problemas surgieron, y surgieron pronto, a los 50 metros de empezar. Yo me pego como una lapa a Emilio y aunque voy forzado, aguanto el ritmo mal que bien hasta casi la primera boya. De los demás del equipo la verdad es que no se más que lo que me han contado. Yo bastante tenía con tratar de no perder los pies. Y lo que me han contado es que Jose no consiguió coger pies desde el principio, Isaac le paso para que Ezequiel no se fuese y lo único que se consiguió fue partir al grupo ya desde el principio. Al llegar a la primera boya el panorama era que cuatro iban por delante y otros dos algo por detrás pero sin saber el uno del otro y sin referencias ni ayuda de pies de nadie. A partir de ahí yo ya me vi completamente solo, sin referencias, dándolo todo y sin ayuda justo cuando más lo necesitaba. Bueno, desgraciadamente no es la primera vez que me pasa algo así en una competición por equipos, así que no le voy a dar más vueltas. No nos organizamos bien en la natación y no nos damos cuenta de que hay que ir al ritmo que marque el que nada más lento, aunque eso signifique que los demás tengan que ir nadando a braza si la intención es que todos acabemos juntos.

El caso es que me tiro más de la mitad de la natación solo, con malísimas sensaciones y agobiado porque se que estoy retrasando al equipo pero que no puedo ir más rápido de lo que voy por más que lo intento. Salgo del agua con el corazón en la boca y me encuentro un panorama “desolador”. El resto del equipo están esperando en unas duchas que había al comenzar la pasarela de madera, con el neopreno quitado. Por lo que me dijeron luego debieron salir más o menos un minuto y medio antes que yo y no fui el único damnificado… Ahora lo veo como algo gracioso, pero cuando lo pienso con calma la verdad es que no termino de entender como nos podemos organizar tan mal nadando como equipo. Es tan sencillo como mirar hacia atrás de vez en cuando y para si hace falta para ir todos juntos, igual que se hace en bici o corriendo.



Hacemos la transición, en la que lógicamente sigo retrasando al equipo al tener que quitarme el neopreno y ellos no y salimos a la bici. Sigo con el corazón en la boca y durante la mitad de la primera vuelta no puedo dar ni un solo relevo. Afortunadamente para mi no soy el que peor lo pasa en la bici y hay que ir con un poco de cuidado en los giros de 180 grados para no descolgar a los dos que iban flojeando un poco. Así que consigo recuperar el aliento y empezar a colaborar pasando a tirar de vez en cuando hasta que llegamos a la “rotonda maldita”.

En todas las rotondas o giros de 180º había una persona de la organización que indicaba hacia donde había que ir, además de las marcas pintadas en el suelo. Pues bien, llegamos a una rotonda en la que la persona de la organización no indicaba nada, estaba “mirando al tendido”. Le veo a lo lejos y me fío pensando que la rotonda se hacía recta, sin necesidad de quitarse del acople ni frenar. Y mi sorpresa es al entrar en la rotonda y ver que no era así, que si salía recto había unas cintas de estas de plástico que se ponen para marcar las obras tapando la salida. Reacciono rápido, no había tiempo para pensar y decido ni intentar hacer la rotonda ya que si me pongo a frenar y girar en mitad de la misma me la habría pegado seguro. Así que sigo recto y me trago la cinta de plástico, rezando para que se rompa. La cinta se empieza a estirar más y más al tiempo que la bici se va frenando y afortunadamente se rompe y todo queda en un susto del que luego nos reímos un montón al terminar. Detrás de mí venía Isaac que también siguió recto pero ya más despacio. El resto hicieron bien la rotonda saliendo por la segunda salida, así que tuvieron que esperar a que diésemos la vuelta y nos reincorporásemos al grupo.



Poco más que contar de la bici. La segunda vuelta me encontré bastante mejor, ya dando algún relevo, aunque no nos organizamos nada bien como equipo tampoco y no hacemos relevos coordinamos ni terminamos de encontrar un buen ritmo. La transición la hacemos sin ningún contratiempo importante y comenzamos a correr los seis. Ya desde el primer momento Ezequiel empieza a tener problemas y hay que aflojar un poco el ritmo para que aguante, además de ir empujándole. Yo no me encuentro fino corriendo así que en el fondo agradezco que el ritmo no sea demasiado exigente. Isaac al principio y Jose al final se encargan de empujar a Ezequiel. El resto vamos siguiendo el ritmo sin mayores contratiempos, animando a Ezequiel cuando nos pidió un par de veces que le dejásemos “abandonado a su suerte” :). En la segunda vuelta, a falta ya de un kilómetro para terminar aumentamos todos un poco el ritmo e incluso hay un último cambio llegando a meta, fuerte de verdad, que a algunos nos cuesta seguir, pero entramos todos juntos en meta.

No tengo números del Garmin que poner en esta ocasión. Se me olvidó encender la conexión a los satélites antes de empezar y no grabé nada de distancias ni velocidades, el pulso no funcionó bien, … Un poco desastre la verdad. Lo único que se son los tiempos que tomé: 15:21 en la natación, 32:05 en el ciclismo y 17:51 en la carrera a pie (era claramente corta). En la clasificación oficial no hay tiempos parciales, sólo el tiempo total de 1:08:47.



La verdad es que, a pesar de todo lo que pasó y el tiempo que perdimos, lo pasamos muy bien. Estas competiciones por equipos siempre generan un montón de anécdotas que recordar y el ambiente siempre es estupendo. Terminamos en el puesto 23 de 64 equipos participantes, que no está mal pero sin duda lo podemos hacer mucho mejor.

Para la siguiente competición por equipos la verdad es que me lo tengo que pensar muy mucho. Por un lado son muy divertidas, pero por otro no quiero volver a pasar por una natación como la que me ha tocado las dos últimas veces que he competido en equipo. Se pasa realmente mal y te deja totalmente lastrado para el resto de la competición. Así que tendré que estar muy muy muy seguro de que estoy nadando en condiciones similares a las del resto del equipo. Otra opción es firmar ante notario la estrategia de que nos vamos a esperar y ayudar nadando, con pena de “cadena perpetua” para el que no cumpla :)



Aquí dejo unos enlaces con fotos y vídeos de la prueba:

  © Blogger template 'Isolation' by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP