martes, 31 de mayo de 2011

¡¡ Mi primer trofeo triatlético !!

Este sábado por la tarde no todo fue mal. Ya os he contado que el Open de Madrid de Triatlón contrarreloj por equipos no fue precisamente mi mejor carrera. De hecho yo diría que junto con Córdoba del año pasado posiblemente sean los dos peores triatlones que he hecho, con las peores sensaciones. Pero como decía no todo fue malo, hubo una grata sorpresa.

Resulta que el Ecotrimad de hace un par de semanas también fue Campeonato de Madrid de Media Distancia. Eso ya lo sabía y de hecho quedé 6º de Madrid en mi grupo de edad, que está muy pero que muy bien. Aprovechando la entrega de premios del Acuatlón y del Open que se disputaron este sábado, también dieron los trofeos correspondientes a este Campeonato de Madrid.

Empiezan con los grupos de edad, va subiendo gente al podium y de repente oigo que van a dar los premios a la clasificación por equipos masculina, de la que no había visto nada publicado en internet. Oigo el tercer clasificado, y dicen el tiempo total de los 3 integrantes del equipo. Hago una cuenta rápida y pienso, jolín nosotros los Diablillos andamos por ahí, yo creo que mejor. Dicen el segundo clasificado y tampoco somos los Diablillos... ¿Quedamos primeros?. No había visto ninguna clasificación por equipos, así que no tenía ni idea. Y llega el turno del primer clasificado: "Diablillos de Rivas: Rafa Prado, Ricardo Moya y Alejandro Piñeiro".

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No me lo podía creer, ¡ primeros por equipos y yo puntuando como tercero del club !. Rafa y Richard, que fueron los dos primeros Diablillos en Ecotrimad, no estaban allí así que subió Julio conmigo al podium, que fue el cuarto de los Diablillos en el Ecotrimad. ¡¡ Mi primer trofeo como triatleta !!. Tengo que reconocer que me ha hecho una ilusión tremenda, y más en una prueba tan trabajada y sufrida por todos como fue el Ecotrimad.

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Así que ahí está, el trofeo en el salón de casa en un lugar preferencial. Generalmente cuando hay trofeo por equipos los Diablillos tenemos como norma no escrita que se lo queda el tercero que ha puntuado, así que ahí se quedará. Rafa, Richard, esto es vuestro también y tenéis tanto derecho como yo a disfrutarlo así que cuando lo queráis no tenéis más que pedirlo.

¡¡ Espero que no sea el último !!...jejeje

lunes, 30 de mayo de 2011

Open de Madrid de Triatlón contrarreloj por equipos

Este pasado sábado se ha celebrado el Open de Madrid de Triatlón Contrarreloj por equipos en la Casa de Campo de Madrid. Con las ganas que tenía de hacer mi primer triatlón por equipos, y la verdad es que me he quedado con mal sabor de boca. Sólo se que di el 100% de lo que tenía disponible ese día y estoy satisfecho con eso, pero desde luego no estuve a la altura del resto de mis compañeros de equipo, nadando y corriendo principalmente, ya que en bici creo que mantuve el tipo.

Corrimos el sábado por la tarde, ya que por la mañana hubo pruebas de Acuatlón. El día había comenzado bastante bien, durmiendo casi 10 horas y pasando la mañana tranquilo, limpiando un poco la bici, trasteando con el ordenador y comiendo pronto. Pero ya se empezó a torcer de camino a la Casa de Campo. Iba con mucho tiempo, para llegar allí sobre las 3 más o menos (hora y media antes de la hora de salida). Pero al salir de la M-30 había un atasco de narices para entrar en la Casa de Campo, luego allí no había aparcamiento y entre unas cosas y otras llegué a la zona de boxes casi a las 15:45. Había tiempo, pero ya llegué un poco estresado y tuvimos que hacer todos los pasos previos a la salida demasiado rápido para mi gusto.

A punto de empezar a nadar. Mirando el color del agua...

Había dos transiciones preparadas, cosa que no consigo entender todavía, pero bueno es lo que había. La primera muy cerquita de la salida de la natación y la segunda ya en el campo de fútbol de tierra un poco más alejado del lago. Todo empezó con algo de retraso, unos 10 minutos, pero aún así no nos dió tiempo ni a calentar... Mal asunto.

Teníamos la táctica más o menos clara. El equipo, el habitual L-Power con algunas bajas. Esta vez sólo Jose, Isaac, Manu yo. Nadaríamos todos juntos y si alguno se quedaba se lo haría saber a los demás dando una voz. Luego en bici habíamos previsto que yo hiciese las subidas de Garabitas, ya que mi ritmo es un poco inferior al de Jose, y así Isaac y Manu podrían ir sin problemas a rueda. Luego en la bajada y el llano ya entrarían ellos a tirar y yo iría a rueda descansando. Y ya en la carrera a pie pues los 4 juntos al ritmo que marcase el más lento. El único problema que veíamos es que sólo eramos 4 en el equipo, y por tanto no se podía quedar ninguno atrás.

Pero todo se torció ya desde la natación. Empezamos a nadar y me encuentro cómodo. En principio iba a ir el último, a pies de Manu y hasta la primera boya fuí más o menos en paralelo con él, detrás de Jose e Isaac y a un ritmo cómodo en el que iba bien y así aguantaba sin problemas hasta el final. Pasamos la segunda boya y empieza el tramo más largo hasta la tercera. Aquí se produce un cambio de ritmo que noté muchísimo. Yo creo que estaba para aguantar un ritmo un pelín más alto, pero el cambio tan fuerte me hizo perder pies y aunque grité dos o tres veces para que parasen un poco, no hubo manera, ya estaban lanzados y no me oían. Se me iban escapando cada vez más y aunque apreté todo lo que pude la verdad es que las sensaciones ya no eran buenas e iba muy forzado, fuera de punto totalmente.

Manu y Jose mirando donde demonios me había metido. ¡¡ Menudo panorama !!

Salieron del agua y claro, se quedaron alucinados al ver que yo no estaba. Yo salí en 13:55, un tiempo bastante malo para lo que creo que puedo nadar y me tuvieron que esperar unos 50 segundos, imagino que interminables para ellos y para mi. Y claro, salí con un sofocón tremendo, con el corazón literalmente en la boca a más de 170 pulsaciones.

Aquí salgo del agua asfixiadito perdido

Empezamos la bici y yo necesitaba aire, que me entrase aire como fuese para recuperar un poco el aliento. Pero claro, nada más empezar hay ya una subida corta y en seguida empieza Garabitas así que no había tiempo para recuperar el aliento. Jose se pone a tirar, ya que en el plan que habíamos pensado no entraba que yo saliese del agua con semejante sofocón. Paso la primera vuelta como puedo a cola del grupo y la verdad es que la primera subida me cuesta lo suyo. Ya en la segunda vuelta, durante la subida parece que voy algo mejor, pero no se si es cosa mía o que los demás empiezan a acusar la subida. El caso es que sigue tirando Jose, que va bastante sobrado y trata de marcar un ritmo que podamos seguir, pero sin relajarnos. Ya en la bajada de esta segunda vuelta parece que recupero un poco el aliento y durante la tercera si que me pongo un rato en cabeza de nuestro grupo durante la subida.

A pesar de no haber tenido muy buenas sensaciones durante la bici creo que nos salió bien, no "super", pero bien. Adelantamos a muchos equipos, tanto de los que iban en nuestra vuelta como otros que salieron bastante antes y por tanto no estaban en nuestra vuelta. Terminamos con un tiempo de 39:09 con una distancia total de 22.04 km según mi Garmin.

Corriendo también me tocó sufrir de lo lindo

La segunda transición fue un poco accidentada, ya que a Manu se le giró el manillar de la bici al entrar corriendo con ella y se cayó, haciéndose una herida en la rodilla. Nos calzamos todos las zapatillas de correr y empezamos la última fase del triatlón. Al principio tiran Isaac y Jose, con Manu un poco tocadillo de la rodilla y yo con no muy buenas sensaciones. Manu se recupera y se pone en cabeza junto con Jose, pero yo no iba nada bien, con el pulso altísimo a más de 175 pulsaciones y respirando a todo lo que daba. Yo no se si aquí fue por la alergia (aunque llevo unos días tomando antihistamínicos), el sofocón acumulado de la natación que no se había pasado del todo, el calor o yo que se. El caso es que no daba más y era consciente de que el ritmo era bajo pero no podía hacer nada más. Termino muerto con un tiempo de 20:54 en 5.02 km medidos por mi Garmin, un tiempo bastante mediocre la verdad.

Los números de mi Garmin fueron:
- Natación: 751m en 13:55 (1:51 min/100m)
- T1: 1:38
- Ciclismo: 22.04km en 39:09 (33.8 km/h) a 171 ppm medias
- T2: 00:52
- Carrera a pie: 5.02km en 20:54 (4:09 min/km) a 173 ppm medias
- Total: 1:16:29

Y los tiempos oficiales (sin chip, como suele ser habitual en las pruebas de la Federación Madrileña, incomprensible bajo mi punto de vista...):
- Natación: 14:51
- Ciclismo: 40:43
- Carrera a pie: 21:51
- Total: 1:17:25

Todavía no me explico de donde salen estos tiempos por más vueltas que le doy a sumar las transiciones en un sitio u otro. El caso es que sale un minuto de más respecto al tiempo que nos tomamos nosotros, y me consta que no somos el único equipo al que le ha pasado esto.

Así que me quedé con ese mal sabor de boca de no haber podido dar más. Terminamos en el puesto 14 de casi 60 equipos, que no está mal, pero entre unas cosas y otras nos dejamos casi un minuto nadando y yo creo que casi dos minutos corriendo teniendo en cuenta lo que corremos habitualmente Isaac, Manu, Jose y yo. En fin, espero que el próximo fin de semana en el clasificatorio para el Campeonato de España las cosas vayan mejor.

Por supuesto, y lo más importante, creo que mis compañeros y amigos hicieron un grandísimo trabajo de equipo echándome una mano en la carrera a pie sobre todo, animándome y tratando de hacerme algo más llevadero lo mal que lo pasé corriendo. ¡¡ Gracias !!. Eso si, espero que en la siguiente le toque a otro ser el cuarto hombre por que os puedo asegurar que se pasa bastante mal sabiendo que estás retrasando al equipo...jejeje

miércoles, 25 de mayo de 2011

Más Ecotrimad, ahora los vídeos

Hoy la gente del Ecotrimad ha publicado un par de vídeos en Youtube. El primero para emitir en Teledeporte, de diez minutos de duración. El segundo, un poco más artístico y más corto. Los dos me han gustado mucho, están en alta definición (720p) como a mi me gusta y aquí los dejo esperando que también os gusten a vosotros:



martes, 17 de mayo de 2011

Ecotrimad - La crónica

Este pasado sábado 14 de mayo se celebró el Ecotrimad, una de las pruebas que tenía marcadas en rojo en el calendario desde el comienzo del año. Y era así por muchas razones, por ser clasificatorio para el Campeonato de España de media distancia en Vitoria, por ser el primer triatlón de medio ironman distinto a Elche que hago, por ser en Madrid, por ser Campeonato de Madrid de Media Distancia, por ser un circuito bonito y creo que bueno para mis características, ...

Con todos esos alicientes pasé la semana previa descansando todo lo posible. El mes de abril ha sido muy intenso en entrenos y competiciones y ha estado pasando factura. De hecho, el martes de la semana previa tenía pensado nadar, correr y luego irme al Bernabeu a ver el partido de fútbol del Madrid. Ya había empezado el día muy cansado, y después de nadar estaba completamente fundido, muerto. Así que me fuí directo a casa, ni carrera a pie ni fútbol. A descansar y dormir que era lo que me pedía el cuerpo.

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Los boxes todavía vacíos dentro de la piscina

Y vaya si se notó. El miércoles me entontré mucho mejor y realicé dos entrenos bastante buenos, suaves pero con buenas sensaciones. El jueves un toquecillo de calidad corriendo haciendo 2x1600 progresivos en la pista con buenas piernas, un poco de natación y el viernes una horita de bici muy suave. El viernes y el sábado por la mañana estaba con ganas de más, y creo que esa es la mejor señal de estar preparado y descansado para una prueba.

Había tres incógnitas que me tenían algo preocupado sobre este triatlón. La primera, la temperatura del agua. En un embalse situado en pleno Valle del Lozoya, con las fechas en que estamos tenía pinta de que podía estar muy pero que muy fría. Así que, siguiendo los consejos de la organización llevé doble gorro (algo que suelo hacer por el tema de llevar el Garmin en la cabeza) y compré tapones para los oídos. Finalmente no fue para tanto y me pareció una temperatura de agua normal, así que no utilicé los tapones para los oídos.

La segunda incógnita era el circuito de bici, que sobre el papel parecía bastante complicado. Así que una semana antes de la prueba estuvimos reconociendo el terreno unos cuantos Diablillos. Y nos encontramos con un recorrido precioso, muy pero que muy bonito y también duro. No tanto como me había imaginado pero si que es cierto que no tenía prácticamente ni un metro llano. Todo el rato subiendo o bajando, sin grandes pendientes ni subidas largas. Me pareció un circuito en el que se podían sacar buenas diferencias pero en el que también sería muy fácil cebarse y marcarse un ritmo demasiado alto que luego te dejase demasiado tocado para la carrera a pie. Tras reconocer el circuito decidí llevar la bici tal cual la llevo para los triatlones sprint y olímpicos, es decir, con las ruedas de perfil y el acople corto, sin montar las barras largas ni modificar la posición del sillín.

La tercera incógnita era el tiempo que iba a hacer durante la prueba. La previsión durante toda la semana no era muy buena, con sol al inicio y algo de lluvia a partir de las dos de la tarde más o menos. Como veréis más adelante, la previsión se cumplió sólo a medias y eso resultó determinante para el transcurso de la prueba.

Los preparativos de la prueba fueron los habituales, ración de macarrones con atún y un plátano tres horas antes de la prueba, 2 botes grandes con ND3 y un gel en cada uno para la bici, un sandwich de nocilla partido en cuatro y dos barritas divididas en 3 partes cada una también para la bici (me sobró bastante), y geles para la carrera a pie (usé tres).

Esta vez me tocaba salir de los primeros, justo después de los élite masculinos y de todas las chicas. El resto de grupos de edad salían todos detrás mío. No me gusta eso ya que prefiero salir de los últimos e ir adelantando gente durante toda la carrera, por aquello de que a mi al menos me ayuda un montón. Pero bueno, es lo que había y no se podía elegir.

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Concentrado poco antes de comenzar

La salida de la natación era desde el agua, teniendo que entrar con mucho cuidado por las piedras y matojos que había en la orilla. No había línea de salida ni nada, tan sólo una lancha diciendo que nos echásemos para atrás constantemente. Me pareció un poco desorganizado en ese aspecto. Tampoco me gustó que las boyas casi ni se veían. Eran muy pequeñas y además colocadas en horizontal. En Elche por ejemplo se veían muchísimo mejor al ser más grandes y estar colocadas en vertical. Tampoco me gustó que durante todo el recorrido de la natación no había piraguas ni nadie siguiendo un poco la prueba por si pasaba algo. Tan sólo en las boyas había gente de la organización. Me pareció un poco escaso en ese sentido.

El caso es que empezamos a nadar un grupo de unos 70 triatletas que formaban mi salida. Salgo fuerte intentando buscar una posición detrás de unos buenos pies y tratando de alinearme bien con lo poco que se intuía de la primera boya. La salida es limpia al ser poquitos y no recibo ni un solo golpe. Pero al poco de empezar a nadar y cuando ya ha pasado el calentón inicial y he puesto el "ritmo de crucero" me empiezo a agobiar un poco. No veo bien la boya, veo poca gente a mi alrededor y empiezo a pensar que me estoy desviando de la línea recta, seguro... Paso así un rato hasta que me acerco a la primera boya y ya se ve mejor. Si la primera boya se veía mal, la segunda boya no se veía absolutamente nada así que decido no separarme de los pocos que tenía a mi lado y nado junto a ellos, cogiendo pies en ocasiones así que voy algo más tranquilo. De la segunda a la tercera si que se veía mejor, por ser el arco grande de salida.

2011-05-14 Natación Ecotrimad
Como se ve, me torcí entre las dos boyas...

Salgo del agua con cuidado por las piedras del suelo y un poquillo mareado. Mi tiempo, 35:26 por mi reloj en 2050m, y como pude ver luego en la trayectoria grabada no me desvié demasiado para lo que había pensado, salvo entre las dos boyas. Nada más entrar en boxes veo que la bici de Raúl sigue allí. Es un amigo del club que siempre sale antes que yo en todos los triatlones aunque en la piscina suelo nadar mejor que él, así que me animo. ¡¡Ahora empieza lo mío, la bici y luego correr!!. La transición la hago normal, ni muy rápida ni muy lenta como se puede ver en el vídeo. Eso si, me pareció un poco peligroso el tener que bajar unos escalones con la torrija que llevamos habitualmente al salir de nadar, y muy original lo de poner los boxes dentro de la piscina. Quizá una rampita o algo así habría estado mejor.

Un vídeo de mi transición natación-bici

Empiezo la bici con alegría y buen ritmo, con la tranquilidad de conocer el circuito y sabiendo que había que regular y no cebarse. Voy pasando gente pero no demasiada, mucha gente con cabra que anda bastante en llano y hacia abajo pero que al mínimo repecho parece que les han puesto una mochila de 20 kilos en la espalda. Hago esta primera vuelta con otro triatleta que lleva una bici de marca desconocida para mi pero me fijo que lleva PowerTap y un buen ritmo similar al mío tanto subiendo como bajando. Nos vamos alternando, sin chupar rueda pero tirando a ratos uno y a ratos otro. Es de esos entendimientos que salen solos, sin necesidad de que nos cruzemos ni una palabra, pero funciona.

Termino la primera vuelta y veo en el crono del Garmin un tiempo de 1:09 y una media de casi 33km/h. Me anima verlo y sobre todo pensar que he ido regulando, así que decido apretar un poco más en la segunda vuelta, ya que me estaba encontrando muy bien. Por cierto, el giro de 180º para comenzar la segunda vuelta me pareció bastante peligroso ya que el avituallamiento estaba colocado justo allí, y si querías coger algo te tenías que parar literalmente. Afortunadamente yo llevaba "self-service" en la bici así que no tuve que coger nada. Ese problema lo podrían haber solucionado facilmente colocando el avituallamiento 50 metros antes o 50 metros después, tan simple como eso. Otra crítica para la organización es que diesen botellas en la bici en lugar de botes de bici. ¿Qué haces con una botella de agua?, la tienes que abrir, coger tu bote, rellenarlo, ... un lío tremendo que se soluciona fácilmente dando botes de bici. Tiras el tuyo, lo sustituyes por el que coges y listo.

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Iniciando la segunda vuelta en bici

Bueno, al grano que ya hablaré de la organización más tarde. Empiezo la segunda vuelta apretando algo más como decía y lo noto en seguida ya que cazo a más gente y veo que mi compañero de fatigas de la primera vuelta no sigue el ritmo. Hago la subida dura tras la presa de Puentes Viejas y allí paso a un grupo grande. Pero empieza la bajada y lo negro que se veía el cielo se empieza a transformar en lluvia. Al principio débil, pero luego empezó a caer cada vez más fuerte, bajó muchísimo la temperatura (o eso me parecía a mi), se levantó aire y de repente empezó a granizar a lo bestia. ¡¡ Qué daño hacía el dichoso granizo !!.

Empezó el calvario hasta el final de la bici. Me entró una tiritona tremenda y pasé bastante miedo. Por momentos no era capaz casi de ver la carretera de lo que estaba cayendo. Me acordaba de por la mañana cuando decidí que viendo el tiempo que hacía iba a llevar las ruedas de perfil, que frenan mucho peor cuando llueve fuerte como era el caso. Se me agarrotó el cuerpo y me empezaron a doler las piernas, el cuello y la mandíbula imagino que por el frío, la tiritona y los nervios que estaba pasando, ya que en cada curva me veía en el suelo. Bajadas que en la primera vuelta hice a 70 km/h ahora no las hacía ni a 30 km/h (eso me parecía intuir en el Garmin). Se me pasó por la cabeza retirarme, pero ¿qué hacía?, ¿quedarme tirado en mitad de la nada esperando a que alguien viniera a buscarme, allí muerto de frío?. Era peor el remedio que la enfermedad, así que tocaba tirar de cabeza, ya que el cuerpo no quería seguir. También pensé incluso que en estas condiciones habrían suspendido el triatlón.

En pleno recorrido ciclista

Cuando leo en el blog de Ana Burgos que una persona con su experiencia en ciclismo, duatlón y triatlón nunca había pasado tanto frío y miedo durante una competición me reafirmo en lo infernal que fue la situación. Hubo gente que se llegó a parar en una marquesina de autobús a esperar que dejase de granizar, otros se pararon en algún pueblo con síntomas de hipotermia a que les dejasen entrar en casas o bares para entrar en calor, ... Tremendo.

Así que seguí, sin parar, como pude hasta que terminó el granizo y todo quedó en lluvia más o menos fuerte. La situación era más manejable sin granizo, pero yo seguía con la tiritona y no podía parar de temblar. Veía que el pulso no subía de 135 pulsaciones ni en las subidas. Ya quedaba poco para llegar a la transición así que pensé en llegar allí como fuese y tratar de empezar a correr a ver si así se me pasaba la tiritona. Esta segunda transición la hice sin quitarme las zapatillas de la bici, ya que no me veía capaz de mantener el equilibrio descalzo sobre la bici y bajarme en marcha. Me bajé tranquilamente, me puse los calcetines y las zapatillas, cogí los geles y empecé a correr.

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A puntito de llegar a meta

Afortunadamente a los 10 minutos de empezar a correr ya no había ni rastro de la tiritona. Eso si, tenía un dolor en los cuadriceps que en cada mínimo repecho aparecía para recordarme lo que había pasado con la bici. Aunque durante la carrera no llovió demasiado, el terreno por el que se pasaba durante gran parte del recorrido estaba embarrado, con charcos y por momentos aquello parecía un cros. Eso si, correr por encima de la presa del embalse de Riosequillo viendo el agua a la altura de tu cintura por un lado y la caída al otro me gustó un montón.

Sólo corrí "cómodo" la parte de la presa. El resto, lo que picaba para arriba con dolor de cuadriceps y lo que picaba para abajo con más dolor aún. Pero bueno, es lo que tocaba así que me limité a hacer la carrera lo mejor que pude, tratando de no relajarme, dando ánimos a los Diablillos que me encontraba por el camino y tratando de disfrutar de la parte final, entrando ya en Buitrago, que era realmente bonita. Eso si, cuando vi las escaleras que había que subir y bajar para ir por la muralla se me cayó el alma a los pies. Eran 8 o 10 escalones como mucho, pero madre mía lo que dolía... La entrada en meta era realmente bonita entrando en la plaza.

Nada más llegar a metame puse la camiseta de la organización, un maillot de manga larga y cogí una manta que encontré por ahí para taparme. Estuve como media hora con la manta puesta entrando en calor, comiendo algo y viendo escenas que no había visto nunca en la meta de ningún triatlón: gente tiritando, todos contando la aventura de la bici y lo mal que lo pasaron, gente a la que se llevaban en brazos con síntomas de hipotermia, ... En fin, un poco desagradable, la verdad.

A pesar de todo, mi clasificación ha sido realmente buena. Puesto 86 de la general y 13 de mi grupo de edad, con uno de los mejores parciales en bici del grupo (el 9º si no he contado mal y muy cerquita de los primeros). Este triatlón también era Campeonato de Madrid de media distancia, así que descontando a los que están federados en otra autonomía he quedado el 6º de mi grupo de edad (estas son mis cuentas, no lo he visto en ninguna clasificación oficial). Desde luego son muy buenos puestos. Dadas las circunstancias, los tiempos que hice me hacen ver que me adapté bastante bien a las condiciones tan duras que tuvimos que padecer.

Atravesando la ansiada línea de meta

Con este puesto, 13 en mi grupo de edad, conseguí clasificarme para el Campeonato de España de media distancia en Vitoria, objetivo número uno que me planteé a principio de año. También he conseguido clasificarme para el Campeonato de España de larga distancia en Ibiza, pero ese no entra dentro de los planes. Por tanto, objetivo conseguido y muy contento por ello.

Los tiempos que grabé con el Garmin fueron:
- Natación: 2050m en 0:35:26 (1:44 min/100m)
- T1: 2:29
- Ciclismo: 74.95km en 2:24:28 (31.1 km/h) a 153 ppm medias
- T2: 2:59
- Carrera a pie: 21.56km en 1:36:59 (4:30 min/km) a 153 ppm medias
- Total: 4:42:23

Y los tiempos oficiales de la organización: 35:24 nadando, 2:27:32 en bici y 1:37:02 corriendo para un total de 4:42:23. Imagino que en el tiempo de bici está incluida únicamente una de las dos transiciones para que salga aproximadamente lo mismo que yo medí con el Garmin.

Coincidí con pocos Diablillos en meta: Julio, Javi y Juan únicamente. El horno no estaba para bollos así que nos contamos algunas batallitas de la carrera y traté de irme hacia boxes lo antes posible para ponerme de nuevo ropa seca, meterme en el coche y llegar a casa lo antes posible para darme una buena ducha y relajarme por fin. Creo que salvo 2 todos los demás terminaron, así que un 10 para todos. De verdad, sólo terminar es para estar realmente muy orgulloso de haber superado las condiciones con las que tuvimos que hacer la bici.

Y por último, respecto a la organización tengo que decir que hubo varios fallos, siempre con un ánimo constructivo y partiendo de la base de que me pareció que había muy buena voluntad y ganas de hacerlo bien. Hay muchas cosas que se tuvieron que improvisar sobre la marcha a la vista del problemón que supuso la bici y creo que en esa improvisación salieron bastante airosos. Pero antes de ese problema, ante el que nadie puede estar preparado al 100%, hubo cosas mejorables. Para empezar el tema de la visibilidad de las boyas en la natación, la falta de canoas, piragüas o lo que sea durante la natación, el tener que bajar escaleras para entrar en boxes (más peligroso si cabe hacerlo con la bici a cuestas), el avituallmiento en el punto de giro de 180º de la bici, el cambio de recorrido de la carrera a pie respecto a lo publicado en la web (más duro el que tocó hacer que el previsto) ... Creo que son cosas fácilmente subsanables estoy seguro de que el año que viene lo harán mucho mejor. Lo más difícil ya esta hecho, que es arrancar toda esta maquinaria para organizar este tinglado.

En cualquier caso, estoy seguro de que lo ocurrido durante esta prueba y las adversidades que hemos tenido que superar nos han hecho más fuertes de cara a futuras pruebas. ¡¡ Seguro que nos acordaremos más de una vez !!.

Sólo me queda agradecer a Arancha y Roberto por los ánimos, las fotos que tiraron y las atenciones en la línea de meta y a todos los Diablillos y sus familiares que animaron también muchísimo aguantando estoicamente una jornada realmente dura.

jueves, 5 de mayo de 2011

Epic5 Challenge

Hoy 5 de mayo ha comenzado el Epic5 Challenge, una prueba de ultrafondo que consiste en hacer un Ironman al día durante 5 días consecutivos, cada uno de ellos en una isla de Hawaii. Vamos, una auténtica barbaridad. Para que todo gire alrededor del cinco, sólo 5 deportistas tienen el privilegio de poder participar en esta prueba.

Lógicamente los 5 tienen una trayectoria dilatada en pruebas de fondo y ultrafondo de todo tipo: ultraman, ironman, decaironman, maratón de sables, ... Entre esos 5 privilegiados, un español: Josef Ajram (España). Los otros 4 son el organizador y participante Jason Lester (USA), Chet Blanton (USA), Juan A. Craveri (Argentina) y Christian Isakson (USA).



Las 5 islas de Hawaii que van a recorrer: Kaua'i, Oahu, Moloka'i, Maui y Kona. Las cifras asustan: 3.8km nadando, 180km en bici y 42.2km corriendo cada día. En 5 días un total de 19km nadando, 900km en bici y 211km corriendo. Estoy cansado sólo de escribirlo, pero a la vez motiva de lo lindo.

El objetivo de esta prueba no es la victoria, ya que no hay clasificación oficial y la idea es que terminen los 5 ayudándose entre ellos si fuera necesario. El verdadero objetivo es conseguir fondos para ayudar a los jóvenes, a través de la fundación "The Never Stop Foundation", a que desarrollen su potencial a través del deporte desarrollando su confianza, capacidad de comunicación y valores como la disciplina, el respeto, la autodependencia, ...

Hay múltiples formas de seguir el evento, que terminará el próximo lunes 9 de mayo:
- A través de la web oficial: http://www.epic5.com
- A través de la web de Josef Ajram: http://www.josefajram.es
- A través de twitter: @josefajram, @jasonlester, @juancraveri, @lukeninetwenty (Christian Isakson), #epic5

Cada vez me gusta más leer cosas sobre este tipo de retos deportivos imposibles, motivan una barbaridad.

¡¡ Suerte a todos !!

martes, 3 de mayo de 2011

XXII Triatlón de Fuente Alamo - La crónica

Han pasado ya más de dos días desde que terminó la carrera y tengo tantas imágenes en la cabeza, tantos momentos grabados que tengo que reconocer que me ha costado ponerme a escribir. Normalmente, dos días después de una carrera me suele resultar sencillo escribir por que ya está todo más reposado y ordenado en la cabeza, pero esta vez no es el caso. De todos modos, voy a escribir la crónica y no me importa si queda algo desordenada si de esa forma consigo plasmar en palabras la mitad de las emociones vividas este fin de semana.

El cartel de la prueba

Me apunté a este triatlón un poco empujado por mi posible situación dentro de unas semanas, donde quizá no esté en España y me resulte bastante complicado completar lo que queda de temporada. Así que, a pesar de lo cargado de competiciones que iba a estar el mes de abril, decidí apuntarme por varias razones. La primera como decía por hacer el mayor número de triatlones antes de mi posible marcha a Inglaterra. La segunda por lo bien que todo el mundo me había hablado de este triatlón. La tercera, por mantener una nueva edición de mis duelos con Isaac. Por todas estas razones no me arrepiento en absoluto de haberme apuntado, y es que como podréis leer a continuación este ha sido con diferencia el triatlón más emocionante que he vivido en mi corta vida triatlética.

La semana previa a la carrera fue bastante irregular en cuanto al ritmo de entrenamientos. Llegué bastante fundido de la concentración y las dos competiciones de las semanas anteriores así que el objetivo era recuperar, descansar y hacer entrenos suaves. El martes cometí el error de ir a entrenar estando realmente cansado, y así pasó, que tuve unas sensaciones horribles corriendo y decidí no quedarme a nadar para dormir lo máximo posible. Notaba que era eso lo que necesitaba, horas de sueño por todos lados. Afortunadamente el miércoles y jueves las sensaciones fueron mejorando y con el descanso obligado del viernes por el viaje parece que todo estaría a punto para el triatlón del sábado.

El viaje lo hice con Isaac. El pique estaba ahí, pero llevándolo como siempre con mucho humor y todo muy sano, lo habitual. La verdad es que se me pasaron volando los kilómetros y antes de que me diera cuenta ya estábamos cenando en Fuente Alamo y colocando todo en el polideportivo donde pasaríamos la noche del viernes y sábado. Nos acostamos sobre la una de la mañana más o menos. Y empezó la noche del calvario. Eran las tres y media de la mañana y no había conseguido pegar ojo todavía. Tenía a mi lado a una especie de búfalo en celo roncando como un auténtico energúmeno y no había manera de hacerlo callar. Ni con tapones en los oídos, ni haciendo ruiditos, nada, no me dormía y me empecé a agobiar. Así que tomé la decisión de vestirme y largarme al coche. Allí conseguí dormir algo, poco y mal pero al menos algo descansé.

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El campamento base de los Diablillos en el polideportivo

El sábado por la mañana, desayuno y visita a los chiringuitos que montaron al lado del polideportivo para saciar el ansia consumista de todo triatleta que se precie. Yo no piqué, aunque si tenía pensado algún caprichito al volver del triatlón, pero para mi sorpresa por la tarde-noche ya lo habían desmontado todo y no quedaba ni rastro. Ya se empezaban a palpar los nervios en el ambiente, sobre todo por parte de los primerizos en la expedición de Diablillos.

Damos los últimos toques a la bici antes de dejarla en el camión que la llevaría a los boxes de Mazarrón y desde entonces hasta las dos y media más o menos me paso el tiempo durmiendo, con la salvedad de la hora de la comida. Ya en el autobús camino a Mazarrón todo son preguntas, ya que hacemos el recorrido inverso al que luego haremos en bici. Viendo las curvas peligrosas de la bajada, los tramos duros de la subida, la famosa casa rosa a falta de unos 2 kilómetros para la cima, ...

Una siestecita después de comer

Y antes de que nos demos cuenta ya estamos allí, en Mazarrón, con el neopreno puesto y metidos en el agua para calentar un poco. El mar, perfecto, sin olas, con muy poca corriente y a una temperatura fresquita pero buena para nadar. Salgo en la última salida, en la categoría absoluta masculina junto con un montón de Diablillos: Raúl, Carlos, Puli, Carlos Montejo, Isaac, Manu, Jaime, Pedro, ... (creo no dejarme a ninguno). Me coloco en el lado izquierdo, junto con Isaac. Parecía un buen sitio para nadar recto, pero luego vimos que nos confundimos los dos.

Se da la salida y salgo justo detrás de Isaac. Tras un par de delfines empezamos a nadar y recibo una patada suya en plena nariz bastante fuerte (¿sin querer?, por supuesto...jejeje) que me deja un poco tocado. Sigo nadando a sus pies pero somos muchísimos y hay demasiados golpes y alboroto por todos lados. Antes de llegar a la primera boya ya le he perdido así que sigo a lo mío intentando pillar pies de gente que parece llevar un buen ritmo. Las sensaciones son buenas, de ir apretando como en las series de la piscina. En la primera boya de nuevo mogollón, recibo un palo, reparto otro, ... y otra vez un poco de tranquilidad hasta la segunda boya, donde se repite de nuevo la historia.

Encaro la última parte de la natación pensando que había nadado bastante bien, sin aflojar en ningún momento y con sensación de haber ido bastante fuerte. Al ponerme de pie y empezar a quitarme el neopreno oigo mi nombre. Es Isaac que está justo a mi derecha. Ya van dos carreras en las que hemos hecho exactamente el mismo tiempo sin haber nadado juntos más que el comienzo del recorrido. El tiempo, 15:38 por mi Garmin y 15:44 según la organización. La verdad es que no lo miro en carrera y, aunque al salir con Isaac me animo y pienso que la cosa va bien, veo en boxes que ya no hay ningún Diablillo. Todos han nadado mejor que nosotros. Al terminar la carrera vi que el Garmin había medido 960m (y bastante rectos como se puede ver en la trayectoria que seguí), que para un tiempo de 15:44 da una media de 1:38 min/100m. Al meter los datos en SportTracks calcula 910m, que da una media de 1:42 min/100m. Así que, aunque al resto de la gente le salió mejor que a mi, creo que no fue un mal tiempo de natación y quizá fue la mala colocación en la salida y el haber recibido tantos golpes lo único que si estuvo mal.

El recorrido que hice durante la natación, bastante recto creo yo

Salgo de la T1 y cuando estoy a punto de montarme en la bici me embisten por detrás y me hacen perder unos segundos en los que Isaac se me termina de escapar (había salido de la T1 unos segundos antes que yo). Me coloco rápido las zapatillas y empiezo a apretar. Me animo al ir cogiendo Diablillos y llego al grupo de Isaac donde también estaba Manu. Respiro un poco y doy un primer ataque para ver como respira el grupo. No a tope pero si fuerte y desde entonces dejo de mirar atrás. Se que Isaac se ha pegado a mi, su respiración es inconfundible.

Sigo pasando gente sin mirar atrás subiendo fuerte pero sin la sensación de ir "super" como otras veces. Además, el seguir escuchando la respiración de Isaac no me ayuda precisamente desde el punto de vista anímico. Empiezo a pensar en si voy subiendo bien, si es que Isaac está haciendo un carrerón, si me estará pasando factura la noche casi en vela, las competiciones de las semanas anteriores, ... En fin, que sigo a lo mío y finalmente Isaac termina cediendo sin ataques, a base de ritmo y más ritmo. No se realmente cuando le he soltado, así que tampoco soy muy consciente de si habré conseguido abrir mucho hueco o no. Al llegar a la cima, alrededor del kilómetro 10.5, tengo a tres o cuatro triatletas a unos 50 metros y me tiro en tromba a por ellos para hacer la bajada y el llano juntos.

Y para mi sorpresa ocurre lo mismo que en Soria. El grupo de bici era un desastre. Parece que empezamos a organizarnos en los últimos 10km que son llanos picando hacia abajo pero tras un primer intento en que sólo entramos 2 a relevos la cosa se empieza a parar, eso si con los latigazos correspondientes en todas las rotondas. Así que a 5km de la T2, en vista de que había otro grupo delante no muy lejos decido atacar de nuevo en lo que ahora creo que fue el segundo error que cometí en esta carrera. Me pego un buen calentón rodando a más de 50km/h acoplado durante unos 4 km y consigo acercarme muchísimo a ese grupo, pero finalmente no consigo cazarlo y ya llegando a la transición me cogen a mi por detrás.

Llegando a la T2 tras el esfuerzo en balde de coger al grupo que tenía delante

La T2 salió bastante bien, sin sobresaltos, pero nada más salir a correr veo que las cosas no van muy bien. Llevo el gemelo izquierdo bastante tocado, quizá por el sobreesfuerzo en bici para nada. Me va avisando de que se va a subir en cualquier momento así que durante el primer kilómetro y medio voy corriendo con bastante cuidado. En la primera bajada de la primera vuelta me pasa Puli como un avión y ni le intento seguir, a pesar de que el gemelo parece que ya va algo mejor. En la subida tras el giro de 180º veo que deja de sacarme distancia y se mantiene más o menos a unos 15 segundos. Pero por otro lado también veo como por detrás vienen apretando bastante fuerte Isaac y Raúl. En el segundo giro tras la segunda bajada de esta primera vuelta veo que Raúl parece haber cedido un poco pero Isaac se ha acercado mucho más. Parece inevitable que me va a dar alcance.

Y efectivamente así fue. Nada más comenzar la segunda vuelta, justo al momento de que nos den la pulserita Isaac me pasa y se tira en trombra en esta primera bajada de la segunda vuelta. Me toca apretar muchísimo los dientes para que no me suelte, y es que en algún momento abrió un pequeño hueco de 2-3 metros que a punto estuvo de ser decisivo. Hacemos el giro de 180º y ahí ya se que hacia arriba Isaac flaquea un poco así que me pongo en paralelo. Realmente fue un movimiento más táctico y estratégico que otra cosa, para decirle "sigo aquí, no te creas que ya me has ganado".

Isaac a punto de darme caza. Las caras lo dicen todo

Aunque voy tocado, en el fondo voy contento "sufriendo". Había visualizado varias veces un final de carrera así desde hacía tiempo, jugándote el ganar a un amigo con el que compartes cientos de horas de entrenamiento en los últimos metros. Y aunque tengo que reconocer que en este triatlón, por el tipo de perfil de la bicicleta, no esperaba que estuviese todo tan igualado, la verdad es que Isaac estaba haciendo un carrerón y el final iba a ser apoteósico. La sonrisa y los gritos de ánimo de Manu al vernos correr juntos a falta de tan poco para llegar a meta lo decían todo. Ya en meta nos dijo que le dieron ganas de pararse para ver como terminábamos. La de veces que abré visto en carreras por la tele, en resúmenes de triatlones, ... este tipo de finales, pero nunca había estado metido de lleno en uno siendo el protagonista.

Ya sólo quedaba una bajada y la subida final. No nos hablamos en ningún momento, estaba todo dicho y los gestos durante la carrera hablaban por si mismos. De hecho pasamos en este último tramo a JAM y a Carlos pero ni los saludamos a pesar de recibir sus ánimos. Ibamos "a tope full", el resto de triatletas habían desaparecido y sólo quedábamos dos: Isaac y yo. Tenía muy claro lo que tenía que hacer, aguantar como fuese en la bajada y en cuanto diésemos el último giro de 90º apretar con todas mis fuerzas para intentar soltar a Isaac en la subida final. Los dos conocíamos perfectamente la táctica que cada uno iba a emplear. Isaac tiró muy fuerte en la bajada y de hecho estuvo a punto de dejarme en un momento en el que me quedé un poco encerrado entre otros dos triatletas. Pero no lo consiguió. Tras el giro apreté los dientes, cerré los ojos unos segundos y corrí todo lo rápido que podía en ese momento, consiguiendo que las piernas me doliesen como nunca.

Poco antes de ser cazado por Isaac, aquí con mejor cara

Al final de la subida, a falta de unos 200 metros miré para atrás por primera vez y no conseguía ver a Isaac. Imaginaba que le había dejado atrás, pero no le veía a lo lejos así que volví a mirar por si acaso estaba tan pegado a mi que quizá no me había dado cuenta. Miré de nuevo a ambos lados y no estaba, así que ya parecía todo hecho. Con el calentón de la subida me había vuelto a acercar mucho a Puli, pero ya no quedaba tiempo ni fuerzas para intentar cazarle así que limito a entrar en meta controlando que no me adelantase nadie. ¡¡ 7 segundos !!. Esa fue la distancia que me separó de Isaac finalmente, ¡ ni un suspiro !. Puli se quedó finalmente a 12 segundos, también muy cerquita.

Llegué tocadísimo, sin haberme dejado ni un gramo de fuerza en la carrera, y cuando entró en meta Isaac nos fundimos en un abrazo sabiendo que recordaremos toda la vida esta carrera. Yo llegué tocadísimo (las fotos lo dicen todo) y recuerdo perfectamente como me estuvieron temblando las piernas unos minutos tras haber terminado. También recuerdo a Jose preguntándome nada más llegar "¡¡¿¿ qué ha pasado ??!!" cuando yo todavía estaba sin aliento.

A punto de entrar en meta, tras haberme vaciado por completo

Estoy deseando ya que llegue la siguiente prueba en la que coincidamos para tener nuestro siguiente "duelo"...jejeje. El viernes, antes de salir de viaje le mandé a Isaac un SMS que decía, "mañana no habrá resquicios", pero vaya si los hubo... Seguro que tendremos muchas más carreras tan emocionantes como esta.

Aunque los tiempos ante una carrera así son lo de menos, aquí están los que tomé con mi Garmin:
- Natación: 960m en 15:38 (1:38 min/100m)
- T1: 1:41
- Ciclismo: 24.39km en 43:57 (33.3 km/h)
- T2: 1:03
- Carrera a pie: 5.17km en 20:19 (3:56 min/km)
- Total: 1:22:40

- Natación: 750m en 15:44 (2:06 min/100m)
- T1: 1:33
- Ciclismo: 25km en 44:12 (33.9 km/h)
- T2: 1:37
- Carrera a pie: 5km en 19:37 (3:55 min/km)
- Total: 1:22:43

Acabé en el puesto 96 de la clasificación general absoluta masculina (sin contar a los élite) de un total de 386 que terminaron la carrera. Algunas cosas que mejorar, como la posición de salida en la natación y el saber valorar en bici si los esfuerzos merecen o no la pena, pero temino muy muy contento con este triatlón, por la carrera en si misma y todo lo que la rodea como contaré a continuación.

Para empezar, el numerosísimo grupo de Diablillos que participamos en la prueba. Llegué a contar hasta 21. La mayoría pasamos el fin de semana conviviendo en el polideportivo, compartiendo nervios, momentos buenísimos, risas, fotos, comidas en el colegio al lado del polideportivo, la paella del domingo, ... El ambiente entre nosotros es absolutamente increíble, inmejorable y hace que de gusto ir a estas competiciones. Lo pasamos realmente bien y sólo por esto merece de sobra la pena venir aquí independientemente del triatlón. Además, los tres cracks del equipo que vinieron a correr (Pedro Miguel Reig, Ramón Ejeda y Jordi Pascual) consiguieron el primer puesto por equipos así que durante la ceremonia de entre de trofeos, al más puro estilo hollywoodiense con su alfombra roja, sus focos, ... nos apuntamos a la fiesta subiendo al podium con ellos.

La expedición de Diablillos casi al completo tras terminar la prueba

Y sobre el triatlón, un 10 en todos los sentidos. La organización rozando la perfección, los voluntarios increíbles, muy amables y numerosísimos (se veían sudaderas naranjas por todos lados), la gente en Fuente Alamo animando muchísimo durante la carrera a pie, el trato al triatleta increible, no faltando de nada en ningún momento durante el triatlón y tampoco durante el desayuno, comida o cena del sábado, ... En fin, que recomiendo a todo el mundo este triatlón. Por algo llevan 22 ediciones y está considerado como la referencia a todos los niveles.


Antes de terminar, agradecer a Giselle y Mari Angeles por los estupendos reportajes fotográficos que hicieron durante la prueba y todo el fin de semana en general.

El día del resquicio - La crónica del triatlón de Fuente Alamo, by Isaac Reguera

Este triatlón ha sido muy especial por muchas razones, así que la crónica también va a tener algo de especial. Va a ser doble. En esta entrada está la crónica que ha escrito mi amigo y compañero de club Isaac Reguera, y en la siguiente que publicaré a continuación estará mi crónica. Dos puntos de vista del mismo triatlón, vivido de manera muy parecida en ocasiones y en otras de manera muy distinta.

Aquí va la crónica de Isaac Reguera:

No podía decir precisamente que venía con la moral por las nubes a este triatlón. Después de la cronoescalada de la concentración en Oliva con todos los Diablillos, me quedé un poco 'tocado'. Aunque el resto de los días allí sin embargo, mis sensaciones no fueron malas, lo que me hace pensar (y soy el único) que estoy mejor de lo que demostré en aquel fatídico día.

Y con este panorama, una semana después me presento en la salida de Fuente Álamo, con el ánimo de darle guerra a Alex, pero sin demasiadas esperanzas de arrebatarle la victoria. No en vano, lleva todo el año demostrando que está muy fuerte tanto en la bici como en la carrera a pie. Mi única esperanza era sacar algo de ventaja en la natación, que después pudiera administrar al menos hasta la subida del puerto. Complicada estaba la cosa.

El desplazamiento lo hago precisamente con Alex, para darle más 'bola' al pique que tenemos. Cuatro horas de viaje dan para mucha conversación acerca de la prueba y de 'las supuestas estrategias'. Por el camino, coincidimos con más diablillos, que hacen más amenas las paradas.

Juntos llegamos a Fuente Álamo y al polideportivo, centro neurálgico de nuestro fin de semana triatlético. Cena, grupeta de diablillos, risas, comentarios, apuestas (ni una por mi, como era de esperar, jejeje), fotos, ganas de disfrutar y esperanzas de que la élite que se presenta en la prueba (Pedro Miguel Reig, Jordi Pascual y Ramón Ejeda) hagan algo grande. Luego, vaciar los coches, meter todo en el polideportivo, intentar dormir (para algunos fue más intento y para otros, más realidad) y descansar lo máximo posible.

El campamento de los Diablillos en el polideportivo

A la mañana, desayuno y preparativos para el triatlón, aderezados con algunas compras en el mercado triatlético del polideportivo y enseguida, bicis al camión que las lleva a la playa de Mazarrón, comida y siesta. Alea jacta est.

El autobús nos lleva hacia la T1, en Mazarrón. Los nervios se palpan en el ambiente. Preguntas sobre el recorrido, suspiros, bufidos, últimas bravuconadas, ya estamos aquí.

Todo colocado en boxes. Salimos a las 17:30 h. Somos la última salida y más numerosa. Casi todos los diablillos salimos juntos.

Un poco de natación para calentar, aunque no demasiada. El mar está como un plato. El tiempo está genial para competir, sin demasiado calor, ni sol. Nubladillo. No parece que vaya a llover tampoco. Que más se puede pedir...

'Triatletas, estáis a las órdenes del Juez de Salida'. No fue literalmente la frase que dijo la oficial, pero suficientemente cercana para que nos fuéramos haciendo a la idea de lo que se nos venía encima. Meeeeeeeeeeeeecccccccc. Todos a correr hacia el agua. Alex y yo, en el lateral izquierdo. Ahora sabemos que no fue la mejor elección.

No soy de los primeros en entrar en el agua, pero la salida no es del todo mala. Las boyas se ven perfectamente. Desde el principio voy muy concentrado en nadar lo mejor posible, sin relajarme, sin acomodarme y con la mejor técnica que pueda. Pero empiezo a llevarme demasiados golpes, sobretodo desde el lado izquierdo. Alguno cree que mi cabeza es como un balón. A medio camino de la primera boya, otro nadador trata de llevarme hacia la izquierda insistentemente (la corriente es en este sentido), desviándome de la trayectoria correcta hacia la boya. Tengo que pasar por encima de él y no de una manera muy ortodoxa... es lo que hay. Esto supone ya un pequeño parón. De esta manera alcanzamos la primera boya, donde nos llevamos algún viaje más. Demasiados llegamos juntos aquí.

De la segunda boya a la tercera, el nado es el más fácil de todos, ya que la corriente es completamente a favor. Sin embargo, al estar entre grupo tan grande, sigo recibiendo algún que otro golpe. Yo, concentrado en nadar lo mejor posible.

En la segunda boya, algún golpe más, intentando mantenerme en el grupo que iba. Aquí, en paralelo a mi, veo a Alex. En ese momento pienso que 'El Desafio Reguera vs. Piñeiro' se ha terminado y solo me queda disfrutar de lo que queda de triatlón, aunque aprieto un poco más los dientes, intentando sacarle aunque sea un solo segundo a Alex... ni con esas! Cuándo me incorporo para pasar por debajo del arco, el acaba de levantarse conmigo. Creo que este año vamos a nadar muy juntitos.

15' 44” para 960 m según el Garmín de Alex, que indica que hemos hecho la natación bastante bien en cuanto a trayectoria, aunque bastante mal por lo demás. Y eso que mis sensaciones en este segmento, son de haber nadado según las sensaciones de la piscina.

Salgo del agua, intentando hacer la transición lo más rápida posible. Cuando llego a la altura de la Bottecchia, ya se que hemos nadado mal. Raúl Colas y Carlos Montejo están allí y Manu ya se ha marchado. Al menos, soy rápido en la transición y salgo el primero.

Enseguida salgo sin calzarme las zapas. Llevo gente por delante y quiero estar en un grupo antes de llegar a la subida y sacarle todo lo que pueda a Alex, antes de esta.

En poco tiempo, estoy en la grupeta de Manu. Al alcanzarla, también llega Alex. Aprovecho para calzarme las zapas, antes de empezar a subir. El 'Desafío Reguera vs. Piñeiro' empieza ahora.


Una vez terminada la carrera, todos los Diablillos con la sudadera que nos regalaron

Alex se coloca en cabeza del grupo. La cosa está que arde. No veo a Manu muy por la labor, así que decido que mi rueda es la de Alex y me coloco tras él. Trataré de aguantar hasta donde pueda.

Alex lanza un ataque, aunque no demasiado convencido. Aguanto su rueda, pero para mi sorpresa, soy el único del grupo que lo hace.


Alex ya ha comenzado su estrategia. No mira para atrás. Solo vamos pasando gente colocada siempre a la derecha. No hay triatletas. Solo dorsales que pasar. Nosotros por el centro de la carretera. Muy pocos intentan seguir nuestra rueda... ninguno lo consigue. Estoy sorprendido, ya que el ritmo no me parece tan agónico. No dejamos de pasar grupetas.  En esta parte, para mi hay dos triatlones. Uno es al que he venido a participar. Otro es el mío contra Alex.

Los kilómetros pasan. Me pregunto hasta que kilómetro aguantaré. Espero aguantar al menos hasta la Casa Rosa. De momento, la cosa va bien, a 167 pulsaciones, pero bien. La subida me recuerda a un video de uno de los Tours de Miguel Indurain, donde Jean François Bernard hacía la subida del Tourmalet para él. La diferencia estriba en que Alex está tirando para sacarme distancia, no para ayudarme.

También los diablillos van cayendo. Después de Manu, Jaime Porras y Pedro García, luego Javi Pulido sobre el kilómetro 8. Pero no hacen ademán de seguirnos.

Kilómetro 9,1. La parte más dura. Comienzo a quedarme. No ha habido ataque, simplemente la fuerza de Alex, hace que no le pueda seguir. Pero no voy perdiendo mucho. Un grupo que venía ahora si, con nosotros, intenta seguirle. Pero el ritmo de Alex es muy fuerte y va dejando 'un reguero de sangre y cadáveres' a su paso.

Corono. Sigue mi sorpresa. La subida se me ha hecho muy corta. Vuelvo al triatlón original. Vuelvo a la Prueba en la que no solo compito contra Alex, sino contra todos los triatletas. Mi intención es enlazar con el grupo que ha destrozado Alex y tratar de perder el mínimo tiempo con él. Pero estoy solo. Recupero un poco y bajo lo más rápido que puedo. En el llano tiro para alcanzar al grupo, pero es complicado. Por detrás, un chaval del CTOA llega a mi altura y me da un relevo. Parece que va a ver entendimiento. La verdad que me es de gran ayuda. Tratamos de alcanzar a la grupeta de delante, pero no acabamos de hacerlo. Vamos a 45 km/h y no logramos enlazar con el grupito de delante!!

En el kilómetro 20, estoy cansado de la persecución. ¿Hago un último intento desesperado o reservo fuerzas para la carrera? Ahora o nunca. Durante dos kilómetros tiro con lo que me queda. El cuenta marca 52 km/h! Y aún así no logro enlazar!

Me rindo. Una vez decido abandonar, al poco tiempo me alcanza una grupeta donde se encuentra Javi Pulido, al que ya daba por muerto. Nada más lejos de la realidad. Si se que vienen ahí, nunca hubiera hecho el intento.

Entro en el pueblo con ellos pensando que quizás pague el esfuerzo realizado en el llano. Javi se coloca delante para entrar de los primeros en la T2. Yo voy en el lateral derecho.

Me desmonto de la bici muy bien y entro lanzado a la moqueta, intentando ser lo más rápido posible. Cuando voy alcanzando mi dorsal en el pasillo, veo que Alex está terminando de calzarse para salir a correr! Todavía hay un atisbo de esperanza.

Coloco la bici. Casco fuera. Gel, al tirante. Zapas. Go, go, go!

Llegando a la T2, Puli en primer plano e Isaac un poco más atrás

Primera mirada. Alex ha salido de la transición. Javi la ha hecho más rápida que la mía y me lleva unos cinco segundos. Mis piernas parecen que responden bien. Vamos a ver como se da el último segmento!

Voy situando referencias. Parece que Javi va muy fuerte. No me da la impresión de que le vaya recortando, aunque mi intención es poco a poco, acercarme a él. No veo a Alex. Ah, si! Está como al doble de distancia. No se si va bien o mal. Si le estoy recortando o no. Habrá que ver como evoluciona la carrera.

En estas estaba yo, ya alejandome de boxes, casi en la calle principal del pueblo cuando un diablillo me pasa como si volara y me saluda. Es Raúl Colas!! ¿De dónde sale este? Lleva un ritmo buenísimo. Otra vez. Ahora o nunca. A rebufo, hasta que reventemos uno de los dos. Con el impulso de Raúl, nos acercamos a Alex de manera bestial. La carrera toma otro sentido.

Sigo con Raúl. Hacemos el 65% de la primera vuelta juntos, pero en el segundo giro a derechas, 'pega el petardazo'. Intento mantener el ritmo que llevábamos. Alex está muy cerca. Sin duda, Raúl ha sido una 'gran liebre' y me ha echado un cable muy importante sin pretenderlo.

Tengo a Alex a tiro. Otra vez esa sensación. Solo existe un triatlón. Alex y yo. No hay nadie más. No veo a nadie más. Y así va a ser hasta el final.

Final de la primera vuelta. Alcanzo a Alex. La carrera comienza de nuevo.

Dudo. ¿Me quedo a la espalda, recupero y aprovecho el mejor momento? ¿Lo sobrepaso aprovechando que llevo mejor ritmo y trato de descolgarle? Me puede la impaciencia y tras unos breves momentos de incertidumbre, decido mostrarme y ponerme delante a tirar durante la bajada. Hacemos el primer giro de 180º. Creo que va sufriendo, pero no miro atrás. Se que está ahí, hay que seguir tirando. Lo que antes habíamos bajado, ahora hay que subirlo. Sigo delante. Mis piernas van bien. Están respondiendo. Pasamos el avituallamiento. Hoy no necesito agua.

Cambiamos de calle. Giro de 90º a derechas. Ahora vamos en paralelo. Alex se deja ver. Es algo psicológico. Es la manera de decir que todavía no se ha rendido. Pero mientras estamos bajando la calle, tres triatletas ocupan todo el ancho. Yo voy mejor situado y me zafo enseguida, pero a Alex le hacen tapón. Esto me hace situarme de nuevo en cabeza. Es el momento. Mi momento. Tiro de nuevo en la bajada. Vigilo a Alex que viene detrás. Hay un metro, tan solo un metro. No acaba de descolgarse.

Isaac llegando a meta, tras haberlo dado todo

Entramos en el descampado cuadrado que sirve para hacer el último giro de 180º y enfilar la larga recta de meta. Estoy delante, pero a la salida del cuadro, Alex se vuelve a colocar en paralelo. Hay un breve cruce de miradas. Comienza la subida. Ocurre lo inevitable. Sabía que sería aquí. Alex utiliza su última baza. En la parte más dura de la subida, lanza su ataque. No me quedan cambios, no puedo seguirle. Pero todavía no está todo perdido. La distancia no es tan grande. Si le pasa factura este esfuerzo, en la parte llana quizás pueda darle alcance. Todavía queda mucho para la meta. Lo intento. Me acerco. Pero ya es imposible. Siete segundos tienen la culpa. Las caras lo dicen todo. No nos hemos reservado nada. Hemos jugado nuestras cartas y lo hemos disfrutado al máximo. Y aunque no me haya quedado con la guinda del pastel, me siento ganador. Hoy me he demostrado que a pesar de los malos momentos, hay que seguir creyendo en uno mismo.

Con tanto correr, hemos vuelto a acercarnos a Puli, que entra a diez segundos de Alex y a diecisiete de mi. Hoy se ha tomado la revancha del Campeonato de España de Duatlón en Soria.

Gracias Alex, por brindarme la mejor competición que haya disputado hasta el día de hoy. Espero que sea la primera de muchas más.

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