jueves, 29 de agosto de 2013

LVI Descenso a Nado de la Ría de Navia - La crónica

Este año la primera parte de las vacaciones han sido lo que yo llamo "vacaciones deportivas" por Asturias y Cantabria, y ha incluido un poco de todo, como la subida a los Lagos de Covadonga en bici o esta competición que hice el 11 de agosto, el LVI Descenso a nado de la Ría de Navia. Hemos estado por allí un grupo de 11 amigos que lo hemos pasado realmente bien, así que habrá que pensar en repetir algo parecido más a menudo.

Bueno, y hablando de la competición, la verdad es que tuvo un montón de cosas nuevas que no había probado nunca. En primer lugar, lo más característico es que se nada a favor de corriente aprovechando la bajada de la marea. Al principio no se notó mucho pero en la parte final si que era más evidente que se iba muy rápido. También me resultó un poco raro el horario, a las siete de la tarde, pero bueno, si se quiere aprovechar la bajada de la marea la naturaleza manda en cuestión de horarios.

Había varias modalidades, 3000 metros, 5000 metros, ..., todas ellas con el mismo final en Navia. En función de la distancia elegida, te llevaban en autobús hasta tu punto de salida. Nosotros elegimos la de 5000 metros, ya puestos "de perdidos al río". La inscripción era gratuita para los federados en triatlón. ¡ La competición más barata de la temporada !.

También era bastante curiosos el tema de los dorsales y el chip, todo muy diferente a lo que estamos acostumbrados en los triatlones, carreras a pie o en bici. Como dorsal nos dieron un montón de calcomanías que había que ponerse por todos lados. Una en el dorso de cada mano, otra en cada uno de los brazos (entre el hombro y el codo) y otra en la espalda, en cada uno de los dos omoplatos. El chip había que llevarlo en la muñeca de una de las dos manos, y como la meta estaba dentro del agua, había que dar con la mano en la que llevases el chip en una plataforma que había colocada unos centímetros por encima del agua. Otra cosa curiosa fue la salida de la prueba, que se hace desde la orilla. Te tienes que meter en el río con cuidado por lo que resbala, pero tiene que ser una vez dada la salida, no puedes hacerlo antes.



Creo que ya no se me olvida nada de todo lo que me resultó curioso o al menos diferente a lo que estoy acostumbrado de otras competiciones. Bueno si, el tema del frío. En este tipo de competiciones nadie usa el neopreno, por muy fría que esté el agua. Por ahí escuchamos que estaba a unos 17 grados. La mayoría de mis amigos y yo competimos con el mono de los Diablillos y la verdad es que la sensación de frío al meterse en el agua era fuertecilla. Así que copiamos lo que veíamos que hacía mucha gente, y es darse un montón de vaselina por todos lados para mantener el calor del cuerpo dentro de lo posible.

Bueno pues después de un rato de retraso se dio la salida. Tras la primera impresión por el frío empezamos a nadar el grupo de Diablillos, casi todos juntos. Nos paramos un par de veces al poco de empezar para animar y apoyar a uno de los nuestros que se agobio un poco en la salida por el apelotonamiento de gente y el frío, pero reanudamos la marcha rápidamente sin consecuencias. Poco a poco nos fuimos estirando y los mejores nadadores se fueron marchando. Yo me quedé a los pies de Isaac, notándome bastante cómodo y fluido nadando a ese ritmo. Poco tiempo después empezaron los "problemas" y es que recibimos la compañía de otro nadador que no hacía más que meterse entre nosotros y hacer que no pudiésemos seguir nadando a nuestro ritmo ni llevando nuestra trayectoria cómodamente. Tras unos minutos de "cuerpo a cuerpo" empecé a perder los pies de Isaac.

Hasta los 1500 metros más o menos llevé a Isaac controlado a la vista bastante cerca manteniendo la distancia, pero a partir de ahí ya empecé a perder cada vez más distancia. Empecé a notar poco a poco como el frío iba haciendo mella en varias partes del cuerpo, comenzando por las puntas de los dedos. Poco a poco la sensación de frío iba aumentando, pero hasta los 3500 metros más o menos iba "entretenido" buscando pies de gente, controlando la distancia al primer puente por el que teníamos que pasar, ... A partir de los 3500 metros ya si que empezó el calvario de verdad. Ya si que estaba heladito de frío y me costaba aplicar fuerza con los brazos. Nadé mucho tiempo solo sin seguir a nadie desde ahí hasta el final. Así que de nuevo tocó activar el "survival mode" para llegar a meta en las mejores condiciones posibles.

El final parece que no llegaba nunca, sobre todo desde que comienzas a acercarte al ultimo puente, y eso que la corriente ayuda bastante en esta parte. Cuando hago el giro a derechas para encarar la recta de meta veo a Jose Ignacio que estaba allí tirando fotos y grabando con la cámara, y veo perfectamente como me va siguiendo. Ya no quedaba nada, algo menos de 100 metros. Salgo del agua y en cuanto empieza a darme el aire empiezo a tiritar de forma descontrolada. Rapidamente me dan una manta con la que empiezo a entrar un poco en calor. También me dieron un chocolate caliente, como a todos los participantes, aunque con el tembleque tiré la mitad del vaso nada más darmelo.

Tardé un buen rato en entrar en calor, y no fuí el único. Ya vi en la meta por lo que comentaba la gente que muchos lo habían pasado bastante mal con el frío. Algunos incluso se tuvieron que retirar por tirones y cosas parecidas. En fin, una experiencia "interesante" y muy divertida salvo esta parte del final que fue un poco desagradable. Terminé en el puesto 172 de 220 participantes con un tiempo oficial de 1:18:37. Esta vez llevé el Garmin en la muñeca en lugar de en la cabeza como acostumbro y creo que no midió muy bien que digamos por lo que se ve en el mapa con la trayectoria (5027 metros en 1:19:10). Aquí están los resultados oficiales.

Para la organización un 10. Daba gusto ver a un montón de gente de Navia colaborando en todo momento, super amables tratando de ayudarte en todo lo que podían. En definitiva, todo el mundo volcado con "su prueba" y además recibiendo gratis la comida de ese día, un "bollo preñao" al terminar, ... En fin, muy difícil de mejorar.

Y lo mejor y con lo que me quedo de esta prueba y del resto de días que he pasado de vacaciones es con la compañía. Después de haber pasado estos últimos meses mucho tiempo entrenando sólo o con muy poca compañía, la verdad es que lo he pasado de maravilla en compañía de mis amigos. Muchas risas, momentos y anécdotas para recordar.

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jueves, 15 de agosto de 2013

Ironman de Zurich 2013 - La crónica

Bueno pues diez días después de haber terminado mi segundo Ironman me pongo a escribir la crónica (a ver si no tardo mucho en terminarla), que no quiero que pase tanto tiempo como el año pasado. La verdad es que este año estoy un poco perezoso con el blog y revisando lo que he escrito este año, salvo alguna mención en la crónica de alguna carrera, no he contado prácticamente nada sobre como ha sido el proceso de preparación para este Ironman de Zurich que acabo de terminar.

A modo de resumen y para no extenderme mucho, la preparación fue bien, con algunos pequeños contratiempos pero en general no me puedo quejar. Eso si, muy diferente a la del año pasado ya que este año la mayoría de los entrenos de carrera a pie y de bici me ha tocado hacerlos en solitario. Se han hecho duros pero bueno la verdad es que se han llevado de otra manera.

Esta temporada los entrenos de verdad enfocados al Ironman empezaron después de Semana Santa. Hasta entonces había hecho el mismo entrenamiento que el resto de gente del club, alargando alguna salida de bici de los fines de semana pero poco más. A partir de Semana Santa empezó lo "bueno de verdad", con muchos entrenos largos principalmente de bici y carrera a pie, metiendo mucho volumen, series largas, ... En total he acumulado hasta antes del Ironman cifras similares a las del año pasado: unos 400km de natación, 8000 kilómetros de bici y 2000 kilómetros de carrera a pie.

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Con este bagaje me presenté en Zurich el 25 de julio, y aunque ya había visto la previsión del tiempo, me sorprendió mucho la sensación de agobio por el calor y sobre todo la humedad que noté desde el primer momento. El pronóstico del tiempo decía que el resto de días incluyendo el domingo 28 día del Ironman iban a ser similares así que había que adaptarse lo mejor posible, bebiendo mucho líquido para estar lo más hidratado posible, tratando de minimizar esfuerzos, ...

El viernes 26 de julio tocaba recogida de dorsales, la bici, reunión técnica, cena de bienvenida, ... Así que el día fue un poco más ajetreado de lo que me habría gustado. Todo el día sudando sin parar. El epicentro del Ironman, en las inmediaciones Landwiese y una pequeña islita denominada Saffa-Insel, presentaba un montaje espectacular, a lo grande, como corresponde a un evento en el que participan unas 2500 personas. Es inevitable compararlo con Frankfurt del año pasado. En algunas cosas sale ganando Frankfurt y en otras Zurich... Pero en general todo muy bien, a la altura de lo que esperaba.

En la reunión técnica ya nos advirtieron del calor que iba a hacer el domingo, que nos olvidásemos de cualquier previsión de marca que pensásemos hacer en el Ironman, que íbamos a correr en unas condiciones muy duras, que la natación sería casi seguro al 100% sin neopreno, ... En fin, que no pintaron un panorama muy alentador. Decidí comprarme un traje trampa (de los que permiten usar cuando no se puede nadar con neopreno), en concreto un Sailfish Rebel que finalmente utilicé durante la natación del Ironman.

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Me dió tiempo a dar a última hora una vuelta en bici para reconocer la parte del circuito más cercana al lago, en concreto la subida que denominaban "Heartbreak Hill", la más dura pero también muy corta que había en todo el recorrido ciclista. Tampoco me pareció para tanto y la subí con relativa facilidad. Al otro lado del lago hice un trozo de la parte llana y rápida, pero con los semáforos de la salida de Zurich fue un poco complicado tener un poco de continuidad.

El sábado ya fue algo más relajado. Tan sólo tuve que ir a recoger a mis padres al aeropuerto, meter la bici en boxes y probar el traje trampa nadando un poquito en el lago. Ya era 100% seguro que se nadaba sin neopreno, ya que el agua estaba a casi 26ºC y seguía haciendo muchísimo calor. En cuanto al tema de nervios, pues la verdad es que no tuve demasiados durante los días previos. Eso si, el sábado aunque intenté acostarme pronto, costó bastante dormirse.

Domingo 28 de julio, suena el despertador a las 3:45 de la mañana. A las cuatro comienza el desayuno en el hotel y aunque no tengo ni pizca de hambre hay que comer, que el día es muy largo y toda la energía que se pueda meter en el cuerpo será poca. De nuevo este año he coincidido en el hotel con gente del club de triatlón valencia Komando Fisiojreig al igual que ocurrió en Frankfurt el año pasado. Voy en el tren hasta la zona de salida y me encuentro con un inglés con el que voy charlando todo el camino. Es su primer Ironman y aunque ha hecho varias maratones, la natación y la bici le preocupan un poco (¡¡ no ha hecho en su vida nada más largo que un triatlón olímpico !!).

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Llego con tiempo de sobra para colocar la comida y bebida en la bici, hinchar las ruedas a la presión adecuada, terminar de dejar las cosas en las bolsas para las dos transiciones, ... Para la competición decidí finalmente usar el mono blanco, ya que en vista de la previsión de calor que íbamos a pasar, algo ayudaría ir de blanco en lugar del color negro habitual. Me da tiempo a calentar unos minutos una vez colocado el traje trampa. A pesar de la previsión de calor, el día ha amanecido nublado y hay una brisilla que hace que a estas horas de la mañana pase un poco de frío (la salida se daba a las siete de la mañana).

La zona de salida es desde una especie de playa no demasiado ancha. Se sale desde dentro del agua pero en la zona en la que todavía haces pie, así que no hace falta estar flotando interminables minutos hasta oir el bocinazo. Al ser una zona no demasiado ancha, la salida impresiona mucho al ver tanta gente amontonada. Ya me habían avisado que los primeros metros de la natación eran bastante "sucios" por la cantidad de golpes que se daban y recibían, pero bueno la verdad es que en mi caso fue menos de lo que me esperaba. A partir de los 300 metros aproximadamente ya pude nadar de forma más o menos fluida sin ir pegándome con la gente.

Este año no he estado nadando ni mucho menos como el año pasado, además de haber tenido algunos problemillas, principalmente una luxación acromioclavicular en el hombro derecho por una caida en bici que me tuvo tres semanas sin poder nadar. Si a eso unimos el no poder nadar con neopreno, todo eso hizo que mi previsión sobre el tiempo de la natación que iba a hacer no fuese muy boyante. Pero bueno, había que hacerlo lo mejor posible así que intenté ir siguiendo pies que me llevasen un poco forzado todo el rato. Con los giros en las boyas a veces tenía que cambiar de pies para no tener que pegarme demasiado, pero bueno así poco a poco fue pasando la natación.

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Había que dar dos vueltas ligeramente diferentes la una de la otra con una pequeña salida para recorrer la islita Saffa-Insel entre vuelta y vuelta. Este año llevé el Garmin en el gorro para no tener problemas como el año pasado que lo perdí. Cuando salí del agua y me quité el gorro vi que llevaba algo más de 1h16m... buffff. Se me había ido bastante el tiempo de natación, ya que esperaba haber hecho algo menos de 1h10m. Tras acabar la carrera vi que la natación había sido un poco larga, casi 300 metros más larga de lo normal y eso se hizo notar en los tiempos de todo el mundo.

Bueno, había que cambiar el chip y empezar a darle a los pedales. Tras una primera transición sin contratiempos empieza la bici, también a dos vueltas, con unos primeros 30 kilómetros muy rápidos. Completamente llanos, todo el rato acoplado y con mucho cuidado con el tema del drafting, que no quería que me pasase lo mismo que el año pasado. La velocidad es muy alta en esta zona, viendo constantemente en el Garmin velocidades superiores a 37 km/h. Eso si, voy vigilando la potencia para no pasarme, ya que quería intentar mantener durante esta primera vuelta unos 180w medios y luego en la segunda intentar aumentar un poco el ritmo para acercarme a los 185w.

Tras esos primero 30 kilómetros en lso que me adelanta más gente de la que yo adelanto, comienzan las dificultades. Empieza la zona de subidas, toboganes, repechos, ... Ya ha empezado a salir el sol y poco a poco va pegando cada vez con más fuerza. Sobre el kilómetro 52-53 empieza la subida más larga de toda la prueba, de unos 3-4 kilómetros denominada "The Beast". No es demasiado dura, pero intento subirla con un desarrollo suave para no castigar mucho las piernas. Aquí ya empiezo a adelantar a gente que me había pasado previamente en el llano.

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El ambiente en toda esta zona está muy bien, ya que en todos los pueblos por los que pasamos hay gente en la calle, en algunos incluso una pequeña orquesta tocando, gente con carracas o cencerros animando, ... posteriormente hay una zona de falso llano que castiga bastante y se me hizo muy larga hasta que en el kilómetro 65 aproximadamente empieza una bajada tremenda con pendientes de hasta un 15% según los carteles de la carretera. Con las caídas que he tenido este año en bici no tengo precisamente mucha confianza manejando la cabra en las bajadas así que tomo mis precauciones y me pasan unos cuantos "quitándome las pegatinas" en este tramo.

La última parte del circuito de bici incluía de nuevo otro tramo de unos 20 kilómetros llanos muy rápido tan sólo interrumpidos por la subida a la "Heartbreak Hill" que mencioné antes. Esta subida estaba relamente bien, con muchísima gente animando, haciendo un pasillo humano tipo Tour de Francia en la ascensión al Alpe d'Huez que hace que se te pongan los pelos de punta. Además, hay un par de sitios con gente con aspersores que literalmente te riegan, cosa que se agradece un montón con el calor que ya estábamos empezando a pasar.

Terminé esta primera vuelta con 176w medios, un pelín por debajo de lo que me había planteado, y esperaba poder apretar un poco en la segunda vuelta. La parte rápida fue bastante bien, manteniendo una velocidad parecida a la de la primera vuelta y de nuevo adelantando gente. Pero al empezar de nuevo la zona de subida, repechos y toboganes empezaron las dificultades. Empezaba a encontrarme algo flojo, como falto de fuerzas. Estaba comiendo y bebiendo bien pero creo que el calor estaba empezando a pasarme factura, pero no solo el que hacía durante la mañana, sino también el de los días previos. En mitad de una de las subidas noté un ruido muy raro en la parte trasera de la bici. No se lo que fue pero por un momento me dió la sensación de haber pinchado, así que paré un segundo a comprobarlo y vi que todo parecía estar bien. No fue nada, pero me hizo perder un poco el ritmo, y sobre todo la concentración.

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La zona de la subida "The Beast" y el falso llano posterior se me hicieron eternos, a pesar de que seguía adelantando gente, pero yo notaba que no llevaba el ritmo que debería, y ni mucho menos el de la primera vuelta. No era capaz de mover con soltura los vatios que había previsto para esta segunda vuelta. Había que seguir de cualquier manera, así que con paciencia pasé esta zona y la bajada (en la segunda vuelta fuí algo más suelto) para llegar al llano final y tratar de apretar de nuevo un poco. Aún así no pude aumentar y ni si quiera mantener los vatios de la primera vuelta, y terminé la bici con una media de 171w, algo menos de lo que había pensado que podía hacer...

Bebí muchísimo líquido en esta segunda vuelta, el cuerpo me lo pedía a gritos y a veces me daba la sensación de que me estaba pasando pero notaba que en ese momento lo necesitaba. No me comí toda la comida sólida que llevaba preparada. Cayeron los dos sandwiches de nocilla, pero sólo media barrita Powerbar de las dos que había preparado. Eso si, del ND3+Vitaldrink que preparé cayó todo mas un bote de Coca Cola (aguada) y creo que tres de agua (parte me la bebía y parte me la tiraba por encima para refrescarme). Todo esto en total, no únicamente en la segunda vuelta.

A pesar de no haberme encontrado todo lo fino que me gustaría durante la bici, este año no terminé harto de bici como el año pasado en Frankfurt, que estaba deseando soltarla para empezar a correr. Aquí en Zurich acabé la bici pero si hubiera tenido que seguir un rato más lo habría hecho, no tenía la sensación de incomodidad, dolor de piernas, culo, cuello, ... del año pasado.

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La segunda transición también transcurrió sin mayores novedades. Aquí no te recogían la bici como en Frankfurt. Tenías que llevarla tu mismo hasta tu sitio en boxes, ir a por la bolsa roja, cambiarte y empezar a correr. Así que casco fuera, calcetines, zapatillas, gorra, gafas, geles y a correr. Este año llevé gorra en lugar de visera con la intención de poder mojarla entera al estrujar las esponjas que te dan para refrescar la cabeza o cualquier otra parte del cuerpo.

Nada más empezar a correr noto que llevo el estómago con un montón de líquido dentro. De vez en cuando va dando alguna aviso y molestia así que toca hacer toda la maratón tratándolo con mucho cariño para no reventarlo. Hay que seguir bebiendo y tomando algún gel de vez en cuando, por supuesto, pero con cuidado y "escuchando" las señales que te va dando. Cuando noto alguna molestia intento correr con el tronco lo más estirado posible durante uno o dos minutos y parece que la cosa mejora así que así voy gestionando la carrera poco a poco.

Salgo a un ritmo razonable, no muy rápido pero si entre 4:20 y 4:30 min/km durante los primeros kilómetros. La primera vuelta se hace amena al ir descubriendo el circuito, donde están los avituallamientos, giros de 180º, pequeñas subidas, ... Alguna parte del circuito es un poco fea y con poca gente, pero hay que dar cuatro vueltas en total así que más vale acostumbrarse. Hablando de los avituallamientos, hay un montón durante la carrera a pie y en algunos se acumula mucho el trabajo ya que quieres coger esponjas, agua o coca cola, hielo en algunos, ... En fin, que a veces sólo de ir pensando lo que vas a querer coger en el siguiente avituallamiento, cuando tomarte el siguiente gel, ... se te va pasando el rato.

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Poco a poco el ritmo va siendo un poco más lento. Sigue haciendo mucho calor y la verdad es que empieza a pesar y el cuerpo poco a poco se va vaciando. Más o menos hasta el kilómetro 20 mantengo el tipo con el ritmo pero poco a poco va disminuyendo hasta que ya me establezco en los 5 min/km donde me mantengo hasta el final. A pesar de no notarme corriendo demasiado fluido, voy adelantando gente constantemente y el ver que van pasando los kilómetros y que mi ritmo ya no decae más de lo que la hecho me anima.

No tuve la sensación de dolor de cuádriceps ni de rodillas tan intenso como el que tuve el año pasado en Frankfurt. Este año simplemente no podía ir más rápido. El cuerpo no daba para más aunque intentase ir más rápido y el ritmo que llevaba no me hacia ir pasándolo muscularmente tan mal como el año pasado. Y tampoco tuve el momento de crisis como el que tuve el año pasado donde durante unos cuantos kilómetros alrededor del 30 tuve una "desconexión", el famoso muro contra el que me choqué y a partir del que ya no pude seguir corriendo igual. Este año se me fue algún kilómetro aislado en la parte final a 5:21 min/km, pero fue aislado y luego volvía de nuevo a mi ritmo alrededor de 5 min/km. Así que en ese sentido terminé muy contento.

Los últimos metros como os podéis imaginar son una auténtica fiesta. La meta quizá no sea tan espectacular como la de Frankfurt, pero eso da igual, es tu meta, por la que has entrenado tan duro durante los últimos meses, tantas horas de soledad que se te pasan por la cabeza en esos últimos 100 metros, tanta gente de la que te acuerdas. Es la recompensa a todo eso y es mucho más. ¡¡ Es tu momento !!. La sensación que se tiene en ese momento es indescriptible, muy difícil de explicar: satisfacción, orgullo, plenitud, felicidad inmensa, agradecimiento, ... son algunas de las cosas que sientes en ese momento, todas mezcladas entre si al mismo tiempo en tu cabeza.

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Entre esa mezcla y el parón me tiré un rato tras entrar en meta con un buen mareo. Coincidí con mi amigo y compañero de club Rafa Prado, que ya llevaba un rato en meta. Fuimos hacia la zona de post meta, a recoger la camiseta de finisher y comer algo. A mi no me entraba nada, sólo líquido y seguía con el mareo. Hasta que probé a comer algo sólido y casi inmediatamente me vinieron las ganas de vomitar. Todo líquido y me quedé como una rosa, se me pasó el mareo y poco a poco me fuí normalizando. Ducha, pedazo de masaje (cuello, espalda, piernas... el mejor masaje post-carrera que me han dado nunca) y ya si a comer algo sólido, que empezaba a tener hambre.

Y esto fue todo lo que dió de si el Ironman de Zurich 2013. El segundo en mi cuenta particular y con el tercero ya en camino: Ironman de Klagenfurt (Austria) 2014 :):). Esta vez con grupo de Diablillos (6 de momento y puede que caiga alguno mas), así que el entrenamiento será mucho más ameno y llevadero que este año.
En cuanto a los números, esto fue lo que grabé con mi Garmin:
- Natación: 4050 metros en 1:16:48 (1:54 min/100m)
- T1: 3:44
- Ciclismo: 176.79 kilómetros en 5:28:46 (32.3 km/h) con 1413m de desnivel, 141ppm medias (162ppm máximas), 171w medios, 193w normalizados (IF=0.731) y 76rpm medias
- T2: 3:18
- Carrera a pie: 42.42 kilómetros en 3:25:30 (4:51 min/km) con 221m de desnivel y 148ppm medias (159ppm máximas).
- Total: 10:18:05

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La bici realmente la marcó el Garmin en 5:30:50, pero es que me confundí cuando paré a comprobar la bici, di al stop en el Garmin y luego no me acordé de volver a ponerlo en marcha hasta dos minutos después...

Y los números oficiales de la organización fueron de 1:17:08 para la natación, 2:50 en la T1, bici en 5:31:25, T2 en 3:10 y carrera a pie en 3:25:22 para un total de 10:19:55. Acabé en el puesto 24 de mi grupo de edad (426 participantes) y en el 146 de la general (2491 participantes). Mejor clasificación tanto en mi grupo de edad como en la general aunque el tiempo lógicamente fue peor que el del año pasado. Un buen indicador de la dureza, tanto del recorrido como por la climatología que nos tocó, es que sólo hubo siete personas (profesionales) que bajaron de 9 horas, cuando lo habitual, incluso en este Ironman, es que lo hagan muchas más.



Resumiendo, contento con el resultado. No voy a negar que esperaba haber hecho mejor tiempo, pero dadas las circunstancias que nos tocaron y como transcurrió la carrera me doy por satisfecho. Al final siempre toca improvisar de una u otra manera en este tipo de pruebas, y el resultado final siempre está influído por la actitud y la capacidad de adaptación a las circunstancias que demuestres. En mi caso creo que fue buena.

No me gustaría terminar esta crónica sin agradecer a toda la gente que ha estado siguiendo la prueba, que me ha tenido que aguantar durante estos meses todo el día pensando y hablando del "dichoso Ironman", los que me han acompañado en algunos entrenos, los que han "sufrido" mis ausencias, a todos los Diablillos, a mis amigos que siempre han estado ahí, ... En fin, que como siempre no voy a dar nombres para no dejarme a nadie. ¡¡ Gracias a todos, de corazón !!.

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