IX Carrera de Navidad de Cercedilla - La crónica
El pasado domingo 16 de domingo corrí por primera vez una carrera de montaña a la que tenía muchas ganas desde hacía tiempo, la "IX Carrera de Navidad de Cercedilla". Me habían hablado muy bien de ella y dentro de lo que son las carreras de montaña parece que esta es buena para empezar, así que ahí fui de cabeza.
Afortunadamente disfrutamos de un día buenísimo, con buena temperatura para ser diciembre y estar en la sierra madrileña, sin aire y con un ambiente en Cercedilla buenísimo. Me gustó mucho las ganas de diversión que tenía la gente, con un ambiente muy diferente al de las carreras populares por asfalto "urbanas", donde muchas veces se nota la tensión en la gente por querer hacer una determinada marca, o por ganar a tal o cual persona... Aquí todo parecía mucho más distendido.
Otra cosa que me gustó mucho de la carrera es lo estrecho de las calles de Cercedilla, que hacía que tanto en la salida como sobre todo en la meta diera gusto correr por allí con la gente animando muy cerquita.
La carrera en si pues me pareció muy bonita, muy dura, pero muy bonita. No estoy acostumbrado a tanta subida y tan dura. De hecho había momentos en que tenías la sensación de que si te ponías a andar casi ibas a ir igual de rápido que corriendo. Pero bueno empezando por el principio, los primeros kilómetros eran por pistas bastante anchas y con pendientes bastante fuertes que hacían que el grupo se empezase a estirar. La idea de la organización al poner zonas anchas al principio era evitar aglomeraciones a la hora de bajar después ya de unos cuantos kilómetros.
Efectivamente alrededor del kilómetro 6 comenzaba la bajada y con ella el sendero estrechito en el que era complicado adelantar y bastante tenías con ir mirando bien donde plantabas los pies para no acabar rodando por el suelo. Casi más difícil en ocasiones bajar que subir. Si las subidas te dejan los cuádriceps y los gemelos ardiendo (además de llevar el pulso por las nubes), las bajadas te dan la sensación de que te están rompiendo a golpes los cuádriceps. Es una sensación extraña porque vas muy rápido pero nunca tienes la sensación de estar corriendo cómodo.
Tras la bajada fuerte algunas zonas un poco más llevaderas donde se podía correr a un ritmo razonable y ya esperando la subida final, que tuvo una sorpresa. Ya había visto en el perfil que había una subida al final, pero no me imaginaba que fuese tan dura. De hecho fue la única parte de la prueba que tuve que hacer andando, al igual que todos los que iban corriendo a mi lado. Tuvo su encanto ya que se subía justo por donde bajaba un pequeño riachuelo y era imposible no ir pisando agua y piedras sueltas todo el rato. A pesar de subir andando y de que no fuesen más de 200-300 metros, ¡ llegué arriba con casi 180 pulsaciones !. A partir de ahí ya sólo había que dejarse caer hasta llegar a meta.
Allí nos juntamos todos los Diablillos que habíamos ido a participar, con algunas sorpresas que no esperábamos en esta carrera, comiendo polvorones y turrón que daban en meta, y luego estuvimos disfrutando del "tercer tiempo", comentando la jugada de cada uno. Los dos días siguientes a la carrera, como me imaginaba, fueron de agujetas "bastante serias" :).
Acabé la carrera en el puesto 100 de la clasificación general absoluta de un total de 1783 corredores que finalizaron la prueba, con un tiempo oficial bruto de 59:49 y neto de 59:26. Todos los datos de la carrera que grabé con mi Garmin se pueden encontrar pinchando aquí. Bajé de la barrera psicológica de la hora, aunque la verdad es que en una carrera de este tipo el tiempo es lo de menos. Cada año cambian el recorrido y por tanto no se puede comparar.
Y poco más que contar, una prueba más que apuntar en el calendario, que me gustaría repetir si no todos los años si al menos de vez en cuando, y una buena iniciación a las carreras de montaña que me gustaría seguir probando en el futuro.
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