XI Raid Diablillos de Rivas - La crónica

Este año el Raid de los Diablillos de Rivas ha sido de lo más interesante, con varias novedades que han hecho que hubiera que plantearse las cosas de manera algo diferente. La novedad más importante es que el sistema de puntuación principal era por puntos ganados por cada baliza encontrada en lugar de por tiempo. Las penalizaciones por llegar tarde a los puntos de control eran también en forma de puntos así que había que pensar bien si merecía la pena ir a por una baliza arriesgándose a llegar tarde al control. Por otro lado las penalizaciones por no recoger balizas eran en forma de tiempo, pero el tiempo sólo se utilizaba para resolver casos de empate así que pasaba a ser secundario, cosa que no ocurría en otras ocasiones.

Pero bueno empecemos por el principio. Las dos primeras etapas (una de bici de montaña y otra de carrera a pie) se podían hacer en el orden que se quisiera. Básicamente se trataba de dos etapas relativamente cortas por zonas más o menos conocidas. Era obligatorio que todo el equipo hiciese la etapa junto. Para ello nos obligaban en algunas balizas, además de recoger el papelito justificante, a hacernos un “selfie” con todos los miembros del equipo en el lugar donde estaba la baliza. Decidimos empezar por la carrera a pie y continuar con la bici de montaña.

Aunque tuvimos algún pequeño problema en alguna baliza en general se nos dio bastante bien y conseguimos recoger todas las balizas. Tardamos un poco más de lo que lo hicieron otros equipos, pero bueno no estuvo mal, tardando algo menos de dos horas en la primera etapa y algo más de dos horas en la segunda etapa. Entre medias de estas dos etapas decidimos hacer las tres pruebas especiales, también algo diferentes a las de otros años pero igualmente originales y divertidas. Sacamos en estas pruebas la mitad de los puntos disponibles, más o menos lo mismo que el resto de equipos.

A partir de aquí los más pequeños de cada equipo o que no tenían tanto tiempo terminaban su participación en el raid y el resto comenzábamos las etapas 3 y 4. Aquí es donde estaba la mayor diferencia respecto a otros años. La etapa 3 de bici de montaña dividida en dos partes. La primera parte con dos balizas ya más alejadas de nuestra “zona conocida”. Al terminar esa parte había que dirigirse hacia el comienzo de la etapa 4, donde había que calzarse las zapatillas de correr para hacer la etapa 4, compuesta de un montón de balizas opcionales (no penalizaban en caso de no encontrar alguna). La particularidad de esta etapa 4 era que se trataba de una  etapa de orientación específica, siguiendo la simbología de la FEDO (Federación Española de Orientación) y con un mapa muy detallado a escala 1:10000 en lugar de la escala 1:25000 que utilizamos en el resto de etapas. Al terminar esta etapa 4 (con hora de corte bastante estricta) había que continuar con la bici de montaña para completar la segunda parte de la etapa 3.

No tuvimos demasiados problemas para coger las dos balizas de la primera parte de la etapa 3. Pero como habíamos perdido mucho tiempo en las dos primeras etapas sólo tuvimos 50 minutos para no pasar el tiempo de corte de la etapa 4. Así que, a pesar de ser una etapa muy divertida y relativamente sencilla, sólo tuvimos tiempo para recoger 7 de las 13 balizas disponibles. A partir de aquí, un pinchazo y algún problemilla de orientación en la etapa 4 hizo que tuviésemos que volver con bastante prisa a meta sin recoger las dos balizas finales de la etapa 3 para no penalizar el último tiempo de corte.

Al final cuarta posición empatados con los terceros a puntos pero con peor tiempo final. Como siempre, un día muy muy divertido, con una buena paliza en el cuerpo tras 8 horas dale que te pego. y afortunadamente acompañados de buen tiempo.