II Travesía Valle de Iruelas - La crónica
Este pasado domingo participé en la II Travesía Valle de Iruelas, la segunda que hago en mi vida y desde luego muy diferente a la que hice hace el año pasado en la playa de Oliva. En esta ocasión la distancia era mucho mayor, 5000 metros teóricamente que luego resultaron ser casi 5600 según mi Garmin (cotejado con otros participantes que también lo utilizaron). Además, como preparación para el Ironman de Frankfurt lo hicimos con el traje de neopreno, para que los hombros sepan lo que es nadar estas distancias tan largas con el traje puesto.
Nunca antes había hecho una distancia similar así del tirón, y mucho menos en aguas abiertas y con traje de neopreno. Es cierto que en 2010 hicimos un entreno de 8000 metros en piscina, pero no tiene nada que ver la facilidad que te da la piscina de parar un montón de veces para cambiar de ejercicio, poder beber algo de agua tranquilamente. Aquí hay que salir y tirar, tirar y tirar sin parar, al ritmo que quieras pero sin posibilidad de hacer descansos cada cierto tiempo (aunque con el traje de neopreno siempre te puedes quedar flotando un ratillo sin moverte para descansar...jejeje).
El caso es que nos pegamos un buen madrugón para llegar con tiempo a la zona de salida. Una vez recogidos los dorsales, chip, regalos varios, ... nos fuimos a preparar para la salida. Hacía muchísimo calor así que apuramos hasta el último momento para ponernos el traje de neopreno, y nada más terminar de cerrarlo, ¡ al agua patos !, a esperar a que se diera la salida.
La verdad es que el recorrido impone un poco, ya que aunque es un ida y vuelta, sin más complicaciones, hay un islote grande en todo el medio que sólo te deja ver una parte del recorrido. Una vez lo rodeas se ve una lengua del embalse por la que hay que meterse y llegar a un puente donde se de la vuelta. Así que antes de salir estás con la incertidumbre de lo largo que será lo que sea que hay una vez pasado el islote.
Mucho ambiente triatlético en la salida, ya que además de un buen grupo de Diablillos también había gente del Aguaverde, del CTOA, X3M, ... Con el bocinazo de salida la gente sale a toda pastilla, como si fuese una prueba de 800 metros. Nosotros (el grupo de Diablillos) habíamos hablado de salir tranquilos, que esto es muy largo, y llevar un ritmo constante todo el rato. A pesar de haber hablado de ir juntos, una vez se da la salida es muy complicado entre tanta gente, ya que aunque puedas ir siguiendo a alguien conocido durante un rato, siempre se termina cruzando gente, las boyas, ... que hacen que se pierdan las referencias fácilmente.
El caso es que van pasando los metros, primera boya, segunda boya, reconozco a Anais y voy un rato nadando a sus pies hasta que veo que afloja un poquito y decido pasar para seguir a lo mío. Se rodea la isla y por fin se ve el famoso puente. ¡ Está lejísimos !, pero bueno me noto nadando cómodo y con facilidad a un ritmo que creo que puedo mantener hasta el final. En este último tramo antes del giro recibo un golpe de uno que iba un poco desorientado y me da con el pie en las gafas. Me entra agua en el ojo izquierdo así que paro un par de segundos, recoloco las gafas y a seguir.
Al dar la vuelta en el puente había un barco que supuestamente daba avituallamiento líquido para el que quisiera, pero no me di ni cuenta, y además ninguno de los que iba nadando cerca mío paró tampoco así que a pelo hasta el final. La vuelta fue un poco más entretenida hasta llegar de nuevo al islote, y es que fuí casi todo el rato a pies de un grupito que llevaba un ritmo que me venía bien, y aunque creo que de vez en cuando se torcían un poco, rectificaban rápidamente. Eso te hacía ir alerta por si en algú momento tardaban en rectificar algo más de la cuenta y hacía que se te pasase el rato más rápido.
Una vez pasado el islote ya se veía a lo lejos el arco de meta. Pero precisamente esa última parte se me hizo eterna. Dejé de seguir al grupo porque vi que se estaban desviando mucho hacia la derecha y además ya los hombros empezaban a estar cargados. Así que aceleré un poco el ritmo para terminar lo antes posible y bueno, con paciencia, así ocurrió. Salí del agua con un tiempo final de 1:33:04 según la clasificación oficial, en el puesto 82 de la general absoluta (de los 211 terminaron la prueba) y en el puesto de mi categoría Máster A (de los 77 que terminaron la prueba). Según mi Garmin 910XT (que llevé en el gorro por primera vez desde que lo compré hace unas semanas) fueron 5570 metros, así que el ritmo fue de 1:40 min/100m, que llevé cómodamente la mayor parte de la travesía, así que muy contento.
Tras refrescarnos un poco con algo de comida y bebida tocaba hacer una transición de 1 hora corriendo, con muchísimo calor, pero bueno, se hizo y ya está con malas sensaciones de piernas al principio y bastante mejor al final. Lo mejor fue lo que vino después, un bañito mientras comíamos sandía, la paella que nos dió la organización y un heladito mientras comentábamos "las jugadas" de la mañana. ¡ Qué poquito hace falta para pasar un buen rato !.
En definitiva, una gran experiencia que a mi al menos me ha servido para ganar otro punto de confianza de cara al Ironman, y es que saber que ya has hecho más de 3800 metros a un ritmo bueno sin terminar ni mucho menos medio muerto hace que afronte ese primer sector del día 8 con más seguridad si cabe.
2 comentarios:
Un placer verte por allí. Yo repetia y llegué un minuto mas tarde que tu. Lo llevas genial y has hecho grandes progresos en la natacion, enhorabuena. Que sepas que me pasó exactamente igual que tu, solo que yo en la recta final me desvié a la derecha. Lo mismo íbamos nadando juntos, jeje.
Un abrazo
Muchas gracias Angel. Pues es posible que fuésemos nadando juntos hasta esa última recta de meta, quien sabe. Soy malísimo identificando gente mientras nado...
Me gustó mucho la experiencia, a pesar de que me he tirado dos días con el hombro derecho tocado...jejeje. Tanto tiempo seguido nadando con el neopreno no puede ser bueno.
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