jueves, 26 de julio de 2012

Ironman de Frankfurt 2012 - La crónica (parte 1)

Domingo 8 de julio de 2012, el día mas esperado desde hace meses por fin llegó. Madrugón de los buenos, a las 3:30 de la mañana para poder desayunar sin muchas prisas y llegar a los autobuses con un poco de margen.ya se empieza a notar un poco la tensión en el ambiente durante el desayuno. Hablamos entre nosotros pero parece que es un poco por compromiso y lo que realmente apetece es estar concentrado en uno mismo y en lo que va a empezar dentro de unas horas.

Sobre las 4:30 salimos hacia los autobuses, que encontramos fácilmente y nos dejan alrededor de las 5:15 en el lago donde en menos de dos horas comenzará todo. Una vez allí tocaba decidir que demonios hacer con el visor del casco de la bici. La previsión era que se iba a tirar lloviendo toda la mañana así que decido quitarlo y hacer la bici sin visor y con las Oakley, que ya tengo más que probadas en condiciones de lluvia y se que se ve razonablemente bien con ellas.

Después del típico momento de tensión donde compruebas las ruedas y las inflas a la presión adecuada, ya sólo queda ponerse el traje de neopreno y dirigirse a la zona de salida para calentar un poco, ver la salida de los "pros" y colocarse de la mejor manera posible para la natación. Antes unas cuantas fotos en las que no conseguimos juntarnos todos los Diablillos pero si la mayoría. El ambiente que se respira ya si que es tenso de verdad. La gente no tiene muchas ganas de hablar y se toña que cuando se hace es algo que sale un poco forzado.


Antes de meterme en el agua tomo una decisión que marcó el resto de la carrera como veréis posteriormente. Decidí que ante la cantidad de gente que íbamos a nadar al mismo tiempo, con los consiguientes golpes, lo mejor sería no llevar el Garmin en la cabeza sino en la muñeca. Si no medía con tanta precisión la distancia nadada tampoco me importaba demasiado, pero al menos me pareció más seguro que llevarlo en la cabeza.

Me voy a calentar un poco con Alberto y la verdad es que el agua está perfecta. De hecho la temperatura está casi en el límite entre tener que llevar o no neopreno y se nota. No se es que se sienta caliente, pero se podría haber nadado sin neopreno sin problemas. En cualquier caso yo prefería una natación con neopreno, así que perfecto. Al volver dan la salida de los "pros" donde también había incluidos algunos grupos de edad para completar un total de 300 participantes. Esto fue a las 6:45. El resto, algo mas de 2500 personas, saldríamos todos juntos 15 minutos más tarde en la salida más multitudinaria que he vivido nunca.

Tras la primera salida toca colocarse lo mejor posible. Me abro a la derecha todo lo posible para llegar a la primera boya un poco en diagonal. Me agarro a una boya y estoy colocado en primera fila. No es mi sitio, pero confío en que al haberme abierto tanto no me arreen demasiado. Pero poco a poco voy viendo como la gente se va colocando cada vez más a la derecha y aquello parece no tener fin. Ya no hay tiempo para rectificar. Mucha gente ni entra en el agua para la salida. Se nota que se lo van a tomar con más calma y no les importa perder unos minutos al comienzo de la natación.

7:00 bocinazo de salida y comienza la guerra. Madre mía... Sabía que iba a haber golpes, pero no me imaginaba que tantos y sobre todo durante tanto tiempo. Se nota que no son intencionados, ya que el que te da una vez rectifica y no te vuelve a dar una segunda vez generalmente. Lo mismo intento hacer yo, toca dar de vez en cuando, pero siempre con la intención de encontrar sitio limpio para nadar. Pensé que con la llegada de la primera boya la cosa se tranquilizaría, pero nada más lejos de la realidad. A pesar de no cerrarme mucho para tomar esa primera boya, los palos ahí si que fueron gordos de verdad.


Poco a poco van pasando los metros hasta que llegamos al tramito de tierra de unos 50 metros que había que recorrer para comenzar la segunda vuelta. Aquí viene uno de los momentos claves de la carrera. Echo un vistazo al Garmin a ver como iba el tiempo y veo que no hay Garmin. Vuelvo a mirar como si no fuese posible, pero lo era, el Garmin había desaparecido de la muñeca. Mira que entra duro en el cierres rápido, pero aún así en alguno de los golpes ha debido salir volando por los aires. Me da por tocarme la cabeza por si finalmente lo hubiese puesto bajo el gorro "sin enterarme", pero no claro, era imposible.

Así que empiezo la segunda vuelta, algo más corta que la primera, entre golpes y más golpes pero sobre todo dándole vueltas al dichoso Garmin. ¿Cómo demonios me iba a apañar para mantener los ritmos y no pasarme en la bici, pero sobre todo en la carrera a pie?. Así se me pasó la mitad de la segunda vuelta. Después del último giro de 90 grados, ya encarando la recta final, fue cuando conseguí quitármelo un poco de la cabeza y nadé sin agobios y sin golpes por primera vez en todo lo que llevaba de natación.

Salí del agua sin tener ni idea del tiempo que había hecho (1:02:13 según la clasificación oficial, bastante mejor que mis mejores previsiones). Reconocí a alguno de nuestros "supporters" y me dirigí hacia la bici mientras me dejaba el neopreno a la altura de la cintura. Costó un poco sacarlo de la pierna izquierda, como siempre, pero bueno no había prisa así que me eché al suelo para hacerlo bien y colocarme las zapatillas de la bici.
Comienza la bici y cuando no habían pasado ni cinco minutos la previsión meteorológica empezó a hacerse realidad. La lluvia comenzó y ya nos acompañó durante las siguientes tres horas. El primer tramo hasta llegar a Frankfurt era muy rápido, picando un poco hacia abajo y la lluvia no molestaba demasiado. Atravesando Frankfurt ya había que empezar a tomar precauciones con las vías del tranvía, las líneas de los pasos de cebra, algunas curvas algo cerradas, ...

Al no llevar Garmin iba un poco perdido, pero bueno me tenía que fiar de las sensaciones de las piernas y por el momento eran bastante buenas. La primera subida (The Beast) ya la conocía y la hice con el plato pequeño como había planeado para no sobrecargar las piernas. Poco después venia la segunda (The Hell), caracterizada por el empedrado que se hacía más peligroso aún con la lluvia. Esta subida realmente no era nada y se pasó en seguida, pero con mucha tensión al ir crujiendo la bici por todos lados. Afortunadamente todo siguió en su sitio tras la subida y no perdí ningún bote ni herramienta de la bici.

Tras estas dos subidas me encontré con Sergio en la cuneta arreglando un pinchazo. Parecía que lo tenía todo controlado, y afortunadamente así fue. Poco después adelanté a Manu y me sorprendí un poco ya que no esperaba cogerle tan pronto. Empecé a pensar si no me estaría pasando de ritmo, pero bueno las sensaciones en las piernas seguían siendo muy buenas.


Sobre el kilómetro 60 me sacaron una tarjeta por drafting, lo que significaba una parada de 6 minutos en el siguiente penalty box. Si somos estrictos, se puede decir que estuvo bien sacada, pero la verdad es que es la típica tarjeta en la que poco puedes hacer para evitarla. Me adelantó uno por la izquierda y cuando empecé a dejarme caer vi que el que me adelantó, en lugar de mantener el ritmo con el que adelantó, lo disminuyó con lo cual por más que yo me frenaba no conseguía dejarme caer lo suficiente como para mantener la distancia legal. Fue en ese momento cuando vino un juez por detrás y sin ver realmente la historia del adelantamiento me sacó la tarjeta.

La verdad es que no escuché venir la moto por el aire. Si lo hubiera hecho me habría abierto para comenzar un adelantamiento, o me habría dejado caer más rápidamente. Bueno el caso es que justo o injusto me sacaron la tarjeta y no quedaba otra que cumplir la sanción. Eso si, a partir de ese momento fui todo el rato con miedo cada vez que escuchaba una moto para tratar de no meterme en ningún otro lío, ya que una segunda tarjeta implicaría la descalificación.

El penalty box más cercano estaba sobre el kilometro 75-80 de bici, no recuerdo muy bien. Allí me paré, me dieron mi cronómetro con 6 minutos y empezó a contar el tiempo. Recuerdo haber leído por ahí que durante una penalización no se puede separar uno de la bici, ni comer, ni beber ni nada. Pero bueno yo le pregunté al juez y no me puso pegas así que aproveché para orinar, comer bien, beber bien, rellenar el bidón delantero, ... Eso si, me quedé helado de frío en esos 6 minutos, pero bueno al menos algo aproveché el tiempo.

Hablando de comida, llevé preparado para comer durante la bici 2 sandwiches de nocilla y 2 barristas powerbar, además del bote Torhans en el acople y dos botes pequeños tras el sillín todos llenos de ND3. Durante la bici únicamente repuse los dos botes traseros, uno con bebida isotónica y otro con agua. Me lo comí y bebí absolutamente todo. En algunos momentos tuve un poco de sensación de hambre, pero en general creo que fue todo bastante bien y comí lo suficiente para afrontar la bici y lo que venía después.


Cuando me quedaba aproximadamente un minuto para terminar la sanción vi que pasó Jose, y echando cuentas hasta ese momento parece que mi bici estaba siendo bastante buena, un poco mejor que la suya sin contar la sanción. Salí del penalty box medio enrabietado y con ganas de volver a entrar en calor lo antes posible. El resto de la primera vuelta transcurrió sin novedad, algo mosqueado con la última subida, porque no terminaba de llegar y realmente no era prácticamente nada para lo que se veía en el perfil. Ya sabía que el perfil era algo exagerado, pero no me imaginaba que tanto.

Al poco de comenzar la segunda vuelta ya había dejado de llover. Cogí a Jose cuando estábamos terminando de atravesar Frankfurt y fuimos juntos durante un buen rato. Se empezaba a notar algo de aire, pero por el momento no parecía que fuese gran cosa. Poco a poco van viniendo las subidas, el aire empieza a ser cada vez mas intenso y hay que seguir teniendo cuidado con las curvas cerradas y la pintura de las calles atravesando los pueblos porque siguen mojadas. No se exactamente en que kilómetro fue pero el caso es que en una curva cerrada a izquierdas veo como a Jose se le va la bici de la parte delantera y se cae el suelo. Iba unos metros por detrás y vi perfectamente la caída. Parecía limpia. Le pregunto que si va todo bien y sigo para adelante. Afortunadamente no fue nada.

El final de la segunda vuelta de bici ya se me empezó a hacer pesado. El aire nos estaba atizando pero bien y la verdad es que estaba deseando empezar a correr. En los últimos 10-15 kilómetros Jose me adelantó de nuevo, el mejor síntoma de que lo de la caída no había sido nada. En la última subida se me fue escapando progresivamente y no hice intención de seguirle, bastante tenía ya con terminar la bici a mi ritmo sin dejar las piernas demasiado tocadas.

Llega por fin la T2, con un tiempo oficial de bici de 5:17:29 incluyendo los 6 minutos de penalización, aunque sigo sin tener ni idea del tiempo que llevo ni de como voy. Entregas la bici a un voluntario, otro te acompaña a por tu bolsa y te lleva a la carpa para cambiarte, donde también te ayudan en todo lo que necesitas. Vuelvo a coincidir con Jose y me siento a su lado. Intercambio un par de palabras con él antes de que se vaya. Justo antes de empezar a correr hay unos baños donde aprovecho para orinar por segunda y última vez en toda la carrera.

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