Concentración de Semana Santa en Oliva - Crónica de una lesión

Un año más ha tocado ir de concentración con los Diablillos de Rivas a Oliva durante la Semana Santa. Es el quinto año consecutivo que lo hago y aunque lo he pasado muy bien, ha sido un poco agridulce como veréis a continuación.

Como otros años, viajé unos días antes para pasar unos días en la playa antes de que llegase el grueso de la expedición. Aproveché para entrenar bien gracias al buen tiempo que hizo todos estos días, un auténtico lujo ir ya totalmente de corto y con protección solar.

El miércoles tuve la suerte de poder asistir a la final de la Copa del Rey en Valencia, donde afortunadamente el Real Madrid consiguió una gran victoria. Ya son tres finales las que he conseguido ir a ver al Real Madrid y hemos ganado las tres. Me he debido convertir en un talismán o algo así :).

Ya el jueves empezó la concentración realmente. Este año, principalmente por la proximidad del Triatlón de Elche, sólo se planificaron 3 etapas de bici en lugar de las habituales 4. Eso si, hubo mucha natación y también varios entrenos de carrera a pie además de prácticas de transiciones, estiramientos, ... Y sobre todo muchas horas de convivencia, camaradería y buen rollo.

Desgraciadamente para mi todo se truncó muy pronto. Cuando sólo llevábamos una hora de la primera etapa, acabábamos de subir el primer puertecillo de la etapa y en la bajada me fui al suelo al tratar de esquivar a un compañero que se había caído delante mío. La verdad es que por un lado tuve muy mala suerte con la caída, ya que iba bajando dejando bastante distancia al que llevaba delante, pero en una curva ciega a derechas, al salir de ella me lo encontré a él en el suelo por un lado, su bici por otro, frené fuerte, me derrapó un poco la rueda de atrás (el asfalto agarraba muy poquito la verdad), controlé la derrapada pero en seguida me encontré con el bote de mi compañero y eso ya si que fue inevitable, lo pise y me fui al suelo.

Por otro lado tuve suerte porque, aún no se como, aparecí al otro lado del guardarrail y no caí barranco abajo. Así que en ese sentido me siento muy afortunado. En cuanto a las consecuencias de la caída, una herida en la rodilla izquierda más aparatosa que otra cosa y una luxación acromioclavicular de grado 2 en el hombro izquierdo (lo mismo que el año pasado en el hombro derecho cuando me caí también por estas fechas).

Y aquí se terminó mi concentración, cuando casi no había comenzado. La verdad es que lo he pasado muy bien viendo a los demás entrenar, tomando tiempos en las "competiciones" que se han organizado, ... Pero también me han dado mucha envidia sana, es inevitable.

Teóricamente ahora tengo que estar 2-3 semanas con el brazo en cabestrillo pero el fisio me ha recomendado moverlo con la mayor normalidad posible. Con la la ayuda de la punción seca y EPI en la zona la cosa ha mejorado bastante y voy a empezar a correr y montar en bici esta misma semana. El fisio me ha dicho que pruebe también a nadar ya si quiero, aunque yo no me veo aún para hacerlo puesto que hay ciertos gestos que aún duelen bastante a día de hoy. Veremos como evoluciona lo que queda de semana y espero que no me trastoque mucho los planes de cara al Ironman de Austria para el que quedan ya poco más de dos meses.

Y eso es todo. Elche esta muy en el aire. Lo más normal y lo que dice el sentido común es no participar, por la natación principalmente. Pero nunca se sabe, quizá haya un "milagro". En cualquier caso voy a viajar a Elche. Me apetece al menos ver el triatlón y pegarme por allí un buen par de entrenos de carrera y bici además de animar a todos mis amigos que van a estar por allí participando.

A ver si lo siguiente que escribo es una crónica en lugar de una "no crónica".