Marchando una de tests

La semana pasada fue la primera de entrenamientos un poco más exigentes. Además, realizamos diversos tests el martes, jueves y viernes. Para empezar el martes un test submáximo de carrera. Se trata de un test que no es muy exigente y se puede realizar en cualquier momento de la temporada. Consiste en realizar cuatro vueltas a la pista de atletismo a un ritmo constante, que en mi caso fue de 4:30 min/km (unos 0:45 min/km más lento que el ritmo de competición habitual). Lo importante del test es ver el pulso medio durante los últimos 200 metros, donde se supone que ya está estabilizado para ese ritmo constante. Comparando ese valor de pulso medio en diferentes momentos de la temporada se pueden detectar situaciones de fatiga puntual, crónica, situaciones anormales, … También es útil obtener el pulso medio cada 400m para tener más información. Con los pulsómetros actuales esto no es ningún problema.

En mi caso el test no salió bien ya que el Garmin empezó a medir pulsos raros nada más entrar en la pista. Bueno, en concreto fue al empezar el test, después de haber estado parado unos minutos. Así que no obtuve una cifra válida. Repetí este test ayer lunes y esta vez si que salió bien. Obtuve un valor de 151 ppm manteniendo el ritmo constante de 4:30 min/km que hay que utilizar cada vez que se haga el test. Trataré de repetir el test de vez en cuando, al menos una vez al mes, para ir comparando los valores.

El segundo test lo hicimos el jueves, también corriendo y en la pista de atletismo. Este si que fue un test duro de verdad. Se trataba de un test de campo incremental para encontrar la frecuencia cardiaca máxima. El test se desarrolla de la siguiente manera: se comienza corriendo 1000m a 4:30 min/km, otros 1000m a 4:15 min/km, 1000m más a 4:00 min/km… y así sucesivamente bajando 0:15 min/km cada mil metros. No se descansa ni se para en ningún momento, es todo seguido. Cuando llega el momento en que ya no puedes aumentar la velocidad o mantenerla, hay que hacer un último esfuerzo de aproximadamente un minuto a tope antes de parar.

En mi caso el Garmin volvió a dar problemas hasta que llegué a 3:45 min/km. Marcaba cosas rarísimas, por encima de 220 ppm. Yo creo que lo de parar unos minutos antes de empezar el test no le sienta bien, y tanto pulsímetro junto debió hacer alguna interferencia. El caso es que en mitad del 3:45 min/km se arregló y empezó a marcar cosas razonables. Aguanté ese kilómetro a 3:45 min/km y comencé el de 3:30 min/km, pero a falta de 50 metros para terminarlo no pude mantener el ritmo y tuve que empezar ahí mi último minuto. En total recorrí 5250 metros aproximadamente y el pulso máximo que alcance fue de 192 ppm. Curiosamente no alcancé ese pulso máximo en el minuto final (me bajó a 191 ppm) sino poco antes, en el tramo de 3:30 min/km. Acabé realmente fundido. También, como curiosidad, ese pulso máximo de 192 ppm es exactamente el mismo que me salió en la prueba de esfuerzo que me hice hace unos meses (al menos lo que yo interpreté de la prueba de esfuerzo).

Conociendo este pulso máximo y el pulso en reposo (45 ppm en mi caso la última vez que lo miré hace unas semanas) ya podemos calcular con precisión las nuevas zonas de entrenamiento para carrera a pie y bici que vamos a utilizar en los entrenamientos de los Diablillos este año.

Y por último el viernes el último test de la semana. Un 800m nadando tratando de hacer el mejor tiempo posible, es decir, a tope. Este test también fue bastante duro, aunque como me suele ocurrir nadando, al no estar tan acostumbrado a sufrir nadando pues siempre tienes la sensación de que lo podrías haber hecho algo más fuerte. El caso es que en el momento de hacerlo das todo lo que puedes. Mi tiempo fue de 14:15. Mi idea era haber estado alrededor de los 14 minutos, así que se me fue un poco, pero es lo que hay. Nos tomaron tiempos parciales cada 100 metros, pero aún no los tengo. En cuanto los consiga los añadiré a esta entrada. Lo único que recuerdo es el tiempo del primer 100 (1:37) y del paso por el 200 (3:22), así que creo que salí un poco fuerte en los primeros 100 y luego me fui estabilizando en mis tiempos habituales.

Así que como podéis ver ha sido una semana dura pero necesaria y que servirá de base en un futuro para ir midiendo los progresos a lo largo de la temporada. Tan sólo falta por hacer el test en bici (seguro que no tarda en llegar una crono individual o algo parecido) para completar los tests en los 3 deportes.