Ironman de Austria 2014 - Así llego...
Ahora que quedan muy poquitos días para el gran objetivo de la temporada, el Ironman de Austria, creo que es un buen momento para resumir un poco como ha ido todo hasta el momento y como llego a la prueba. Este año por unas razones u otras no he escrito demasiado en el blog, tan sólo para comentar las carreras en las que he participado y poco más. Así que no está de mas este resumen.
Lo primero de todo, decir que este año ha sido bastante diferente a otros en muchos aspectos. El primero es que he competido muy poco, menos incluso que en otras ocasiones. No estaba planeado así, pero varias circunstancias han influido a que así haya sido. La primera parte de la temporada si que ha sido similar a otras, con varias carreras populares hasta navidades y terminando con la Media Maratón de Getafe. Mejor marca personal tanto en 10K (San Silvestre Vallecana Internacional) como en Medio Maratón (Getafe): todo sobre ruedas.
Pero a pesar de las buenas sensaciones a pie, casi desde el principio de temporada he arrastrado una molestia en la rodilla derecha, al principio casi imperceptible pero poco a poco ha ido a más, principalmente los días siguientes a correr fuerte. Hasta que llegó un momento en que se convirtió en dolor, y no sólo los días después de correr fuerte, sino incluso corriendo en rodajes suaves. Esto coincidió con varias semanas de trabajo seguidas en Inglaterra que me hicieron replantearme muchas cosas sobre la temporada. Afortunadamente con un poco de descanso y las manos y agujas de Roberto, la tendinitis poplítea que me diagnosticaron fue poco a poco pasando a la historia. Eso si, desde entonces he cuidado la rodilla más que nunca. Mucho hielo, mucho traumeel, calentamientos tranquilos, … han mantenido a raya las molestias llegando al punto de que en estas últimas semanas he podido correr con total normalidad y forzar cuando ha tocado forzar.
Otra de las cosas sobre las que cambié el chip en esas semanas fue con el tema del descanso. Mirando los diarios de entrenamiento de estos últimos años, este ha sido el que menos volumen he entrenado, y con diferencia. Y no ha sido algo que haya hecho totalmente a posta. Simplemente cuando he notado que necesitaba tomarme un día libre por estar realmente cansado, lo he hecho en lugar de ir a entrenar reventado como he hecho muchas veces otras temporadas. Sin embargo, las últimas 8-10 semanas si que han sido similares a las de otros años, incluso con algo más de intensidad diría yo. Digamos que he descansado más y he diferenciado más los ritmos entre los días que eran suaves (tranquilos de verdad) y los días importantes en los que había que forzar la máquina, incluso “tocando el limitador” si hacía falta.
Otra circunstancia que ha marcado la temporada ha sido la caída en bici en Semana Santa. Al igual que el año pasado, luxación acromioclavicular de grado 2 esta vez en el hombro izquierdo justo en la semana de mayor volumen de bici del año. No sólo cortó la progresión en los entrenamientos, sino que hizo que no pudiese competir en el Triatlón de Elche, medio Ironman en el que he participado en todas mis temporadas como triatleta. Eso me dolió casi más que la propia caída. Casi dos semanas sin nadar, pero llevándolo mucho mejor que el año pasado, en parte por la experiencia que ya tenía en este tipo de lesión y también gracias a la maravillosa (y dolorosa) EPI de manos de Roberto. Así que me presento al Ironman de Austria únicamente con un triatlón sprint (Copa del Rey en Canet) y un medio Ironman (Peñíscola).
El aspecto positivo que saco de esos días parado es que me permitieron cargar las pilas un montón y me han hecho llegar a este momento de la temporada con muchas más ganas que otros años. De hecho me ha sorprendido que estas últimas semanas de carga han sido espectaculares y en progresión, cada semana un poco mejor que la anterior y sin notar como otros años como cada semana iba pesando como una losa. Mirando los números, ritmos, vatios, … de los entrenos importantes y sobre todo las sensaciones que he tenido creo que llego en el mejor momento de forma de mi vida, sobre todo en bici y corriendo. Nadando es donde más he notado la lesión, pero las últimas semanas no han ido mal, recuperando un poco el tono y sin notar ni una molestia en el hombro. Lógicamente no estoy nadando como hace dos años preparando Frankfurt, pero bueno tampoco está mal y espero no desentonar mucho.
A modo de curiosidad, aquí van algunos números sobre como han sido las últimas 3 temporadas de entrenamiento preparando Ironman en junio-julio, contando desde el inicio de la temporada hasta una semana antes del mismo (37 semanas en Frankfurt 2012 y Austria 2014; 40 semanas en Zurich 2013). También los mismos números pero contando sólo las 8 últimas semanas empezando a contar por la previa al Ironman.
La verdad es que me ha sorprendido un poco al ver los números porque no pensaba que había tanta diferencia principalmente con 2012, pero han corroborado lo que decían mis sensaciones, que en general he entrenado menos durante toda la temporada, pero más o menos lo mismo en las últimas semanas y llegando al final más fresco.
Este domingo 29 de junio saldrá lo que tenga que salir, hay muchos parámetros que no se pueden controlar, que pueden influir en el resultado y por los que no tiene sentido gastar un gramo de energía en preocuparse. Eso si, estoy seguro de una cosa, que llego realmente bien, con muchísimas ganas y con la confianza y tranquilidad de haber entrenado con más cabeza que nunca. Todo lo que estaba en mi mano y bajo mi control ya está hecho. Seré uno de los 2847 participantes (478 en mi grupo de edad) que tomarán la salida en el Ironman de Austria para recorrer los míticos 226 kilómetros (3.8 de natación, 180 de ciclismo y 42.2 de carrera).
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