VI Triatlón de Elche, Arenales 113 - La crónica

El pasado domingo 25 de abril se celebró el VI Triatlón de Elche - Arenales 113, un medio Ironman que consiste en hacer 1.9 kilómetros nadando, 90 en bici y 21 de carrera a pie. Bueno este año la bici se quedó en 85 kilómetros, pero para el caso es lo mismo. Que ganas tenía de que llegara este día. Decidí apuntarme en enero de este año. Todavía no se muy bien como lo hice, pero el caso es que para ser mi primer triatlón quería que fuese algo especial, y que mejor que una prueba de larga distancia, donde se tiene tiempo de sobra para disfrutar de la carrera (o sufrirla, dependiendo del nivel de preparación y de las circunstancias de carrera de cada uno).

El caso es que durante la última semana antes de la carrera me empezaron a entrar dudas de todo tipo: si había entrenado suficiente, si me desenvolvería bien nadando con tanta gente alrededor en el mar por primera vez, si no tendría problemas con las lentillas si recibía algún golpe en las gafas mientras nadaba, si asimilaría bien la comida en la bici y corriendo, si la postura acoplado en el manillar de triatlón no me pasaría factura en la carrera (teniendo en cuenta que sólo había entrenado la postura durante dos salidas de bici y unos 100 km en total), ... Esta semana antes de la prueba fue un poco de altibajos. Por un lado con todas esas dudas y por otro con muchas ganas de hacer la prueba, por que en el fondo estaba convencido de que la iba a disfrutar.

Salimos camino a los Arenales del Sol el sábado a las 8:30 de la mañana. Como ya empieza a ser tradición, nos esperaba la trifurgo de Rober. Esta vez, además de Rober y yo nos acompañaban Carlos y Rafa. El viaje fue tranquilo y sin sobresaltos. Esta vez Rober no se comió su ya famoso bocadillo de chorizo frito en restaurante de carretera, y es que Carlos nos había preparado unos sandwiches muy ricos. Sin duda algo más acorde con nuestra condición de triatletas...jejeje.

Una vez en el hotel empezamos a contactar con el resto de Diablillos y nos dirigimos a la zona de boxes, donde estaba montada la feria del corredor, los boxes, ... En la feria del corredor había varias tiendas con un montón de artículos interesantes tentando a los triatletas compradores compulsivos, que más o menos somos todos, ... Yo al final no piqué, y es que aunque vi cosas que me interesaban, no estaban a un precio precisamente bueno comparado con las tiendas habituales de internet que suelo utilizar.

Fuimos a comer a un restaurante del paseo marítimo, donde ya nos juntamos todos los Diablillos: Julio, Javi con su familia, Rafa Prado y Davinia, Sergio, JAM, Abraham y su mujer. No me voy a ensañar mucho con el tema del restaurante. Los que estuvieron allí ya saben de lo que hablo. Tan sólo decir que tardamos en comer algo más de dos horas y que nos tocó "la nueva". La pobre no tiene culpa realmente y me consta que lo pasó mal atendiéndonos a pesar de lo comprensivos que fuimos. El verdadero culpable es el dueño del restaurante por su falta de previsión. En fin, ... corramos un "estúpido" velo.

El siguiente paso era recoger dorsales, bolsa del corredor y dejar en boxes la bici. Debe ser algo típico de los triatlones de larga distancia por lo que me han dicho, dejar la bici en boxes el día anterior a la prueba. Eso si, con cuidado de dejar las ruedas un poco desinfladas para evitar posibles reventones (otro truco que  hay que apuntar en la libreta) por el calor. La bolsa del corredor, además de los típicos panfletos publicitarios de los patrocinadores, traía un chaleco cortavientos azul bastante bonito y unos cordones de goma con su cierre rápido, como los que vengo utilizando desde hace unos meses. Estuvimos dudando un buen rato si quedarnos o no a la reunión técnica. Al final nos quedamos y nos asustamos un poco ante lo que nos esperaba principalmente con la carrera a pie.

La Orquita, lista para entrar en boxes

El resto del día fue bastante relajado, con cena en Alicante incluida en un italiano donde nos pusimos de pasta hasta arriba, y preparando las cosas para el día siguiente antes de acostarnos. La salida de mi grupo de edad era el domingo a las 9:40, en la que estaba junto con Rober y Abraham. En la anterior, la de las 9:30 estaban JAM, Carlos, Rafa y Chema. En la de las 9:20 estaba Julio y en la élite Sergio y Rafa Prado. Así que decidimos quedar a desayunar a las 6:30 para salir del hotel sobre las 7:30 hacia la zona de salida.

El dorsal preparado para la carrera

Esta vez no tuvimos problemas de tiempo como en Gijón, y aunque aparcamos un poco lejos llegamos bien de hora para colocar todo tranquilamente en la zona de transición, ponernos el neopreno y calentar unos minutillos en el agua. Antes de colocarme el neopreno me encontré con un viejo amigo que no veía desde hacía unos 15 años. Menuda casualidad. Le había perdido la pista y resulta que empezó también el año pasado a entrenar y hacer algunos triatlones. Además, es un año menor que yo así que estabamos en el mismo grupo de edad.

Mi puesto en boxes

Decidí colocarme el Garmin bajo dos gorros, tal y como había leído en internet que hacía la gente. De esta forma parece que el GPS mide bien, ya que si lo llevas en la muñeca, cada vez que metes el brazo dentro del agua se pierde la señal y no se mide la distancia correctamente. Mientras calentábamos íbamos viendo el resto de salidas, ya que los de 30-34 éramos los últimos en salir. El procedimiento para entrar en la zona de salida era un poco lento, de uno en uno y ordenados por dorsal, hasta que al final dejaron entrar a todos a mogollón y dieron la salida. Al hacer tantas tandas, en cada una salíamos unos 300 así que no había demasiado agobio. De hecho me sorprendió que desde el principio nadé con gente cerca pero sin golpes.

Me había planteado intentar ir a pies de Rober las dos primeras boyas y con esa intención empezé hasta que me llevé una patada en la nariz antes de la primera boya. Fue flojilla pero ya me despisté un poco y le perdí de vista así que seguí a mi bola. De vez en cuando cogía pies de alguien pero la verdad es que nadé todo el rato con la sensación de poder ir dando algo más, corrigiendo la trayectoria bastante y bastante tranquilo. Cuando me quise dar cuenta ya había dado el último giro desde el que ya se iba en línea recta hacia la orilla. En ese tramo recordé los consejos de Julio y Rober, de utilizar más las piernas para que empiecen a activarse un poco y así al coger la bici estén un poco preparadas. Salí del agua con un tiempo oficial de 37:27 (37:22 según mi Garmin) siendo mi parcial el 644 (196 de mi grupo de edad). Mi Garmin midió un total de 2.00 km nadando y viendo la trayectoria en el mapa, fuí bastante recto entre boyas a pesar de que tuve la sensación de ir corrigiendo constantemente.

Mi recorrido nadando, más recto de lo que pensaba mientras nadaba

La transición fue bastante bien. Me cronometré un tiempo de 3:21. El neopreno salió sin demasiados problemas, aunque no conseguí hacer lo de los pisotones bien, pero bueno habrá que seguir practicando. Finalmente no me puse calcetines para hacer la bici. El perfil ciclista tenía una subida, que parecía más de lo que realmente fue. De hecho estoy seguro de que los buenos la subieron sin quitar el plato grande. hasta el kilómetro 40 más o menos daba el aire favorable y se podía ir muy rápido acoplado. De hecho, abusé bastante de la postura acoplado, pero es que me encontraba realmente cómodo. Al salir en la última tanda, fuí adelantando constantemente a gente en la bici, y eso me iba dando mucha moral y confianza de que estaba haciendo una buena bici. Tras coronar el puerto y otra pequeña tachuela que había a continuación venía una zona de bajada en la que empezaba a cambiar el viento pero que aún así se hacía muy rápido. Por cierto, el circuito estaba abierto al tráfico pero controlado en todos los cruces y rotondas por gente de la organización y de la Guardia Civil, perfectamente señalizado.

Dándole a los pedales

Los últimos kilómetros eran bastante llanos, aunque seguí dando el aire de cara. Traté de tener cuidado de comer y beber bien durante toda la bici. De hecho había planificado comer una barrita Powerbar por hora (1/4 cada 15 minutos) y beber los dos botes de ND3 durante la bici. Al final me dejé un trozo de barrita y un trago de bote de ND3, pero en general la alimentación durante la bici fue según lo planificado y creo que lo asimilé bastante bien.

Justo antes de la transición había una par de repechos gordos entrando en los Arenales, pero eran cortitos así que tampoco fue para tanto. Al final terminé la bici con un tiempo oficial de 2:41:34 (2:35:01 según mi Garmin, pero es que el tiempo de bici en la clasificación oficial incluye las dos transiciones) siendo mi parcial el 394 (116 de mi grupo de edad). Mucho mejor de lo esperado, pero la verdad es que me encontré de maravilla durante la bici, sin forzar realmente mucho en ningún momento y manteniendo un ritmo bastante constante. La transición era bastante larga ya que había que correr a pie junto a la bici todos los boxes obligatoriamente, más luego lo que te tocara en el otro sentido hasta llegar a tu puesto. En total cronometré 3:01 de transición. Para correr si que me puse calcetines, la visera Orca que ya había probado, me guardé en los bolsillos los dos geles Powerbar que tenía previstos y me calzé las zapatillas (al final usé las Mizuno de entreno, no las Saucony voladoras).

Perfil ciclista. Asusta, pero es que la escala vertical no es muy adecuada y no consigo cambiarla con SportTracks

El circuito de carrera a pie consistía en dos vueltas de 10.5 km cada una. Tal y como nos habían explicado en la reunión técnica del día anterior, en cada vuelta había que subir veces las ya famosas escaleras de Elche (otros años se hacían 4 veces así que habrá que dar gracias), un tramo justo después cortito pero de un 21% de pendiente, correr por la arena de la playa 300 metros, otro trozo por unos caminos en no muy buen estado de un kilómetro aproximadamente, ... Vamos, que parecía más bien un raid. La primera vuelta fue bastante bien, subí las escaleras corriendo (despacio pero corriendo), bebí isotónico en todos los avituallamientos, botella de agua por la cabeza (eso me daba la vida durante unos metros), corriendo a 4:30-4:45 min/km todo el rato... Había pensado en comer algo sólido durante la carrera, pero no me encontraba con el estómago demasiado entonado, ya que había ido "gaseando" por todos lados durante el final de la bici y el principio de la carrera, así que por el momento seguí únicamente con la bebida.

 

Aquí corriendo por la playa, la emboscada de los 300 metros

El tramo por la arena de la playa no me gustó nada, principalmente por que me entró bastante en la zapatilla y luego resultaba bastante incómodo para seguir corriendo otros 10 kilómetros. Al terminar la  primera vuelta vi el tiempo en el Garmin y calculé que haciendo una segunda vuelta en unos 52 minutos podía bajar de 5 horas, algo que no me podía ni imaginar antes de empezar la carrera. En mis mejores previsiones había pensado en hacer 5:15, pero lo que esperaba realmente era hacer entre 5:15 y 5:30. Así que me tomé esta segunda vuelta con calma sabiendo que tenía algo de margen para bajar de las 5 horas. De hecho las escaleras esta vez las subí andando. En la bajada me empecé a encontrar un poco mal, como sin fuerzas así que bajé el ritmo un poco. A falta de unos 5 o 6 kilómetros el ritmo seguía siendo cada vez un poco más lento y vi que si seguía así no iba a bajar de 5 horas.

El perfil de la carrera a pie (están las dos vueltas)

En el penúltimo avituallamiento ya vi que no había nada que hacer. Tenía que hacer los últimos kilómetros a 4:30 min/km y eso en ese momento era demasiado. De hecho a partir de ahí me dejé llevar un poco, cada vez con menos fuerzas y empezando a notar frío. He notado en alguna otra ocasión esa sensación de frío (a pesar de estar sudando y con bastante calor en el ambiente), pero con la bici, y para mi es síntoma de ir con la reserva encendida, apajarado. En el último avituallamiento me paré a tomar Coca Cola, isotónico y agua, perdiendo tiempo pero pensando que si no lo hacía así quizá no iba a llegar. Los dos últimos kilómetros fueron un suplicio, pero estando tan cerca la meta había que llegar como fuera. Al final terminé la carrera a pie con un tiempo oficial de 1:48:47 (1:48:48 según mi Garmin) siendo mi parcial el 381 (111 de mi grupo de edad).

Mi tiempo total fue de 5:07:48 (5:07:33 según mi Garmin) en la posición 399 de 1096 inscritos, 978 comenzados y 927 finalizados (109 de 296 inscritos, 265 comenzados y 249 finalizados en mi grupo de edad 30-34).

La prueba evidente de que llegué con la reserva más que encendida es que nada más terminar (después del abrazo de Ximo, que se lo da a todos los finishers) me fuí directo a la carpa de la organización donde bebí un montón de Coca Cola, comí un par de naranjas, una manzana y una pera, todo eso antes de la paella que preparó la organización para todos. Me sentó la comida de maravilla. Quizá debí haber intentado comer algo sólido corriendo, o comer más de lo que lo hice durante la bici, no se. No probé los geles finalmente corriendo, así que quizá esa podría haber sido también una solución. El caso es que me faltó gasolina para poder mantener el ritmo en la segunda vuelta corriendo.

Por supuesto, todos los que terminamos recibimos nuestra camiseta que nos acredita como finishers y una medalla, bastante bonitas, la verdad.

La actuación de los Diablillos fue bastante buena. Todos terminaron (personalmente no daba un duro por alguno como les dije cuando terminaron, pero me demostraron que tienen capacidad de sacrificio y voluntad para dar y tomar) contentos y algunos con actuaciones bastante destacadas, como Rafa Prado que acabó en el puesto 20 y otros 4 sub 5 horas (Abraham, Sergio, Carlos y Julio). Por equipos terminamos en el puesto 12, muy bien.

Después de comer, al estirar me di cuenta de que el cuadriceps de la pierna derecha me dolía un montón. Es sólo en el gesto de estirar, no en el de contraer. De hecho durante el masaje que me dí allí mismo me dijo el masajista que tuviera cuidado que quizá fuese una pequeña rotura de fibras. Hoy, dos días después la verdad es que me molesta mucho menos, y únicamente al estirar así que iré suave unos días haciendo sólo natación hasta ver si desaparece el dolor del todo.

Bueno, y esto ha sido todo. Menuda parrafada me ha salido. La experiencia ha sido increible. No me arrepiento para nada de haber elegido este triatlón para ser el primero ya que la organización me ha parecido de 10. Los voluntarios superatentos, especialmente el grupo que venía desde Lanzarote, animándote en todo momento, todos los avituallamientos llenos de cosas (geles, plátanos, naranjas, coca cola, agua, isotónico, barritas, ...), el circuito perfectamente señalizado, ... Por poner una pega, las escaleras y el tramo por la playa en la carrera a pie, pero bueno supongo que forman parte de la tradición y el encanto de esta prueba.

Como "lecciones aprendidas" para intentar mejorar en el futuro en pruebas de este tipo está principalmente el tema de la comida. Tengo que intentar probar más opciones durante la carrera a pie, principalmente de cosas sólidas para intentar acostumbrar al cuerpo a digerirlas bien y que no me pase como aquí que llegué con la reserva encendida. También está el tema del "acomodamiento" nadando, que imagino podré ir mejorando con la experiencia. Otra cosa que tengo que estudiar un poco más es la postura acoplado en la bici. Casi no he entrenado con el acople así que me quiero grabar en vídeo tanto de lado como de frente con la bici en el rodillo para ver la postura que tengo y ver lo que se puede mejorar. Con la postura actual voy cómodo así que quizá se pueda forzar un poco más sin perder comodidad.

Como cosas positivas me quedo con la bici, en la que creo que fuí bastante bien, la sensación de ir por primera vez nadando en grupo en el mar con gente alrededor, el material utilizado, que funcionó perfectamente y no tuve ningún problema de rozaduras, ampollas ni nada parecido y el haber recuperado bastante bien de la paliza de Gijón (aunque lo del cuadriceps derecho quizá venga de ahí y acumular 3 semanas seguidas de competiciones).

Todo esto lo escribo dos días después de la carrera, tras haber dormido once horas el lunes (menos mal que lo cogí de vacaciones), más una hora de siesta, con dolor todavía importante de piernas (aunque va mejorando) y muñecas (por la postura en el manillar). Pero sobre todo con la satisfacción de haber cumplido un sueño que se empezó a hacer realidad hace unos meses al decidirme a comenzar a entrenar en serio, y que en realidad comenzó hace muchos años cuando supe por primera vez lo que era el triatlón, le pedía a mi vecino que me grabase los resúmenes del Ironman de Hawaii que echaban en Eurosport a principios de los años 90, leía los artículos de Antonio Alix en la revista Bicisport sobre el tema, ... A pesar de haber cumplido ese sueño, la ilusión y las ganas de continuar siguen intactas e incluso salen reforzadas después de esta experiencia, así que seguro que me esperan muchos momentos como los vividos este fin de semana.


Hoy, dos días después no estoy como los que aparecen en este vídeo, pero ayer si que me veía reflejado en él:

Obtenido del blog "De ni atleta a triatleta"

Ahora, durante el mes de mayo a recuperarse bien y cargar las pilas de nuevo para los meses de verano, ya de lleno en la temporada de triatlón.

Enlaces a todos los datos grabados con el Garmin (publicados en Strands):

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